Guanajuato, Gto.- “No es necesario tener una maestría, doctorado o siquiera licenciatura para tener una patente, lo que sí es necesario es tener creatividad”, afirma el Dr. Eduardo Aguilera Gómez, quien tiene más de 15 patentes en su haber, más 12 que están en proceso de ser autorizadas, y una larga trayectoria en la División de Ingenierías del Campus Irapuato – Salamanca (DICIS) de la Universidad de Guanajuato (UG), en donde estuvo adscrito al Departamento de Ingeniería Mecánica.
El académico, en retiro desde febrero de 2022, habló sobre la importancia del desarrollo de patentes, las cuales considera muy útiles por varios motivos, sobre todo porque son el reflejo de un trabajo multidisciplinario y de la colaboración de la academia y la industria, ya que suelen ser el resultado de atacar alguna problemática específica.
Particularmente habló sobre una de sus últimas patentes, la cual lleva por nombre “Dispositivo de alta rigidez para engargolar por rodillo, usando brazo robótico o guía”, misma que va dirigida al sector automotriz. Se centra en el proceso de manufactura denominado engargolado, o heming en inglés, específicamente de engargolado por rodillo o roll heming. En palabras simples es “El doblado de una lámina sobre sí misma”, explica el Dr. Aguilera Gómez.
Ahondando más sobre este invento, platicó que los dispositivos industriales típicamente están hechos como una especie de trampolín, es decir, sujetos en un extremo y sueltos en el opuesto, que es en donde se le pone la carga, entonces ahí el trampolín se dobla debido a la carga que se le pone en el extremo.
“Primero se dobla la lámina con un dado, luego se pone la siguiente lámina y por medio de otro dado se dobla en otro ángulo y así sucesivamente. Para cada ‘pasada’, vamos a decirlo así, es necesario un dado nuevo, con diferente inclinación, explicó Aguilera Gómez sobre el típico proceso usado en la industria.
Lo que él y su equipo hicieron fue un diseño en el cual el rodillo estuviera sujeto en los dos lados, con lo que está habilitado a soportar cargas o presiones mayores a las convencionales. Otra característica de su patente, es el uso de la robótica, con este se reducen costos drásticamente, comenzando por el hecho de que no necesitan una diversidad de dados para cada pieza. Ponía de ejemplo el cofre de un auto, que para su creación necesita de varios dados, mientras que con el roll hemming puede fabricarse con uno sólo.
Sobre acercarse a las empresas para el intercambio de conocimientos, al ayudar en la resolución de problemas, el investigador compartió que se vuelve en una gran oportunidad para ambas partes. A las y los estudiantes por ejemplo, les ayuda a acercarse a la realidad, ver de primera mano la aplicación de los conocimientos que adquieren en sus estudios.
El aprendizaje también para la comunidad docente, ya que asegura: “Tampoco los profesores somos expertos en todo, entonces al acercarnos a las empresas, también las empresas nos enseñan”.
Agregó que de los proyectos en conjunto con la industria han surgido patentes, no necesariamente de manera directa o durante la colaboración, pero sí gracias a las problemáticas ahí tratadas que permitieron posteriormente desarrollar proyectos e invenciones.
También se dio tiempo de hablar del trabajo multidisciplinario, lo cual se puede ver en varias de sus patentes, que hizo en conjunto con estudiantes, desde licenciatura hasta de doctorado e incluso de otras áreas, por ejemplo, de las áreas de óptica, electrónica y mecatrónica. “Típicamente los mejores desarrollos actuales son precisamente donde hay interferencia de áreas”, dijo.
Por otro lado, comentó que hace falta que las y los estudiantes se acerquen a los cuerpos académicos, pero estos también deben estar abiertos a que lleguen estudiantes de todas las áreas, incluso aquellas que parecen no afines con sus proyectos e investigaciones, ya que pueden dar una perspectiva completamente distinta para resolver problemáticas.
Para registrar una patente, aconsejó acercarse a la oficina dedicada a ello dentro de la UG, esto para que realicen el trámite de manera adecuada; además de que investiguen si la innovación no ha sido registrada por otras personas, lo cual -considera- no es completamente negativo, ya que al menos se quedarán con la certeza de que sus ideas tienen el potencial para ser patentables.
