Salamanca, Guanajuato.- El Panteón de las Flores de Salamanca, es el más antiguo de la ciudad, pues su construcción data desde 1850 y sus años son visibles en sus bardas y el deterioro de las tumbas con múltiples historias que contar.
Por los años de este panteón, es que su capacidad está al tope y ya no hay lugar para albergar a más difuntos, salvo que se haya comprado una gaveta con dos o tres espacios más y aún tengan lugar, de lo contrario, las personas que fallecen son sepultadas en panteones más actuales.
Este camposanto está repleto de leyendas y guarda un sinfín de historias de cada difunto que yacen en esa tierra Petrolera, algunas tumbas han sido olvidadas y se observan muy deterioradas, otras están restauradas y adornadas.
Este panteón se dice que fue creado y usado para enterrar a personas víctimas de una de las epidemias que enfermó de gravedad a la población Salmantina, ante el gran número de personas que fallecieron por esta causa, se cuenta que se arrojaron varios cuerpos sin identificar por miedo al contagio a una fosa común.
También cuenta la historia de este lugar, que por ser un panteón de la época porfiriana, el camposanto se dividía en dos partes, el lado izquierdo para enterrar a los pobres y el lado derecho para los ricos.
