Irapuato, Guanajuato.- A 44 años de la inundación del 18 de agosto de 1973, Jorge Torres recuerda aquel día en el que “no esperaba que llegara tan fuerte el agua, agarró a mucha gente desprevenida”. Él se encontraba en aquel momento en familia en el antiguo Parque de Convivencia cuando la Presa El Conejo se reventó.
Contó que era un día sábado que salió a divertirse con su familia en el parque, y “se vio venir el agua allá por la Plaza de Toros pero nadie pensó que iba a venirse”, posteriormente corrieron a refugiarse a su casa, la cual no estaba muy lejos de esa zona.
Ahí, en su casa que era de cemento, algunos vecinos se refugiaron, ya que en ese tiempo la mayoría de las casas era de adobe y el agua acabó con ellas.
Contó que “Toda la corriente bufaba, llevaba toda clase de tanque de gas, muebles, colchones, incluso pasaron hasta caballos porque a unos los agarraron en caballo, gallinas…muchos aprovecharon la situación, agarraron a un puerquito con un lazo y ahí mismo lo hicieron carnitas para el otro día, estaban vendiendo carnitas al otro día”.
Reponerse de esta tragedia no fue fácil pero la reconstrucción llegó y tomó tiempo.