Según la información que han compartido las autoridades locales, el menor asesinado, llamado Balamanikandan, tenía solo 13 años de edad y estaba en octavo grado con la hija de J Sagayarani Victoriya, la mujer capturada.
El trágico hecho ocurrió el pasado viernes, cuando la escuela donde estudiaba el menor llevó a cabo un evento cultural. La mujer habría llegado hasta la institución y le habría dicho a un vigilante que era la madre de Balamanikandan y le pidió que le entregara al menor dos botellas con refresco.
El pequeño bebió una de las botellas y empezó a vomitar minutos después. Sus padres lo llevaron ese mismo viernes a un hospital, donde le dieron tratamiento y lo enviaron a casa. Sin embargo, el sábado el menor se sintió enfermo de nuevo y tuvo que ser llevado otra vez al hospital, donde falleció en horas de la noche.
Antes de morir, el pequeño le contó a su madre que se había empezado a sentir mal desde que se tomó la bebida que ella le había enviado a la escuela con el vigilante. Así fue como la mujer se dio cuenta de que algo le había provocado la muerte a su hijo y puso la denuncia ante las autoridades.
El informe de la autopsia reveló que la bebida que consumió el joven tenía veneno. Se inició entonces una investigación. Las cámaras de la escuela les dejaron ver el momento en que Sagayarani, de 42 años, le entrega al vigilante las botellas de refresco.
Tras identificar de quién se trataba, las autoridades acudieron a la casa de la mujer, quien inmediatamente aceptó su crimen y confesó que lo hizo porque su hija siempre quedaba de segunda en actividades académicas, detrás del joven.
”Me daba bronca que siempre quedara primero en las pruebas”, reconoció la mujer. La señora fue presentada ante un juez de instrucción y enviada a la cárcel, acusada de homicidio, informó el diario Times of India.