Rebecca Barker, de 37 años y madre de tres hijos contó a la BBC cómo su adicción al sexo arruinó su relación sentimental y la convivencia con las personas que la rodeaban.
Este comportamiento obsesivo comenzó en el 2012 después de que tuvo a su tercer hijo, pero perdió el control de la situación en el 2014. “En el peor momento, incluso tener sexo cinco veces al día no era suficiente”, confiesó Barker.
La británica cuenta que al principio su pareja comprendía su situación y hasta le gustaba, pero con el tiempo para él fue imposible continuar con las exigencias sexuales de Rebecca. Ella también afirma que su compañero sentimental empezó a sospechar que ella lo engañaba con alguien mas, y que su manera de lidiar con la culpa era pedirle sexo desmedido.
“Yo sentía que todo me hacía pensar en eso. Creo que estaba vinculado a mi depresión y a la falta de serotonina. Yo sentía que el cuerpo entero me lo pedía”. La mujer dice esto porque en el 2012 le diagnosticaron esta enfermedad, y al parecer la manera en que su cuerpo lidiaba con ello era con pedirle sexo todo el tiempo.
Rebecca Barker decidió que necesitaba un espacio para ella y por eso en el 2014 terminó su relación sentimental y se fue a vivir con su mamá a Francia.
“Adopté muchos cambios en mi estilo de vida para tratar de superar la depresión y la adicción y para mí eso funcionó”, acepta la mujer.
Además su obsesión comenzó a afectar la relación que tenía con las personas que la rodeaban, aunque sabía que ellos no podían leer suspensamientos se sentía incómoda porque en su mente sólo estaba tener relaciones sexuales todo el tiempo. Prefería quedarse encerrada en su casa.
¿Pero realmente existe el trastorno del comportamiento sexual compulsivo? Los expertos no lo han tratado como un trastorno psiquiátrico, hay que esperar si la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprueba en mayo del próxima año la inclusión del “Trastorno del comportamiento sexual compulsivo” en su Clasificación Internacional de Enfermedades.