Carolina del Norte, Estados Unidos
Alexis, una bebé de 46 días de nacido, murió por una sobredosis de morfina transmitida por la leche materna, según argumentan los fiscales. La madre de la pequeña , Stephanie Greene, de 39 años, fue sentenciada a 20 años de prisión por considerársele culpable de la muerte de su hija.
Greene, hasta el 2004, trabajó como enfermera, sin embargo, en ese año le fue retirada su licencia porque trataba de conseguir fármacos de manera ilegal, según reporta televisa.com.
Un fiscal subrayó que Greene, por ser enfermera, tenía conocimiento de los riesgos que representaba consumir analgésicos durante el embarazo y la lactacia pero decidió esconder su embarazo para seguir recibiendo recetas y disponer de los fármacos.
El abogado de Stephanie Greene declaró que su defendida tan solo intentaba disminuir un dolor constante que la aquejaba luego de haber sufrido un accidente de auto hace diez años.
Un jurado del condado de Spartanburg declaró culpable a Greene del delito de homicidio por abuso infantil y deberá cumplir una sentencia de 20 años de prisión.
Por su parte, el abogado de la acusada señaló que los fiscales no demostraron cómo fue que la bebé recibió la morfina, por lo que sugiera que no hay las suficientes pruebas científicas para afirmar que en la leche materna se pueden acumular cantidades suficientes como para causar la muerte.
Sin embargo, un informe toxicológico de la autopsia de la pequeña Alexis determinó que, en el cuerpo de la bebé se encontraron niveles de morfina que hasta para un adulto podrían ser letales, apuntó el fiscal Barry Barnette.