Los hisopos o cotonetes de algodón se utilizan para aseo del oído, pero se debe conocer que la cerilla o cerumen es una secreción natural del organismo que se produce para proteger el oído y lubricarlo.
La doctora Onitzel Díaz Zepeda, Otorrinolaringóloga de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) No. 55, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dijo que “no debemos ser insistentes en retirar esta protección de la parte interna del oído, ya que este sentido tiene su propio mecanismo de limpieza que barre hacia afuera el cerumen”.
Agregó que la parte de afuera sí se debe asear de la manera posible, para lo cual se puede utilizar el hisopo y limpiar los bordes exteriores de la oreja, pero no debe introducirse al oído; no más allá del espacio en donde alcanza a entrar nuestro dedo.
Indicó que no se deben utilizar remedios caseros ni objetos para asear o buscar sanar el oído, ya que se puede dañar el tímpano, parte muy delgada de este sentido porque fácilmente podría verse dañado.
Asimismo, debe evitarse poner el oído directo en el chorro del agua para que ésta se introduzca, lo anterior porque puede sufrirse desde un mareo, hasta una fuerte infección por el cambio de PH en este importante sentido.
Reiteró que el aseo normal es baño y secado de los pliegues de la oreja sin introducir nada en el conducto auditivo, sólo con la toalla hay que secar y limpiar perfectamente el área externa para evitar daños, incluso severos, en el sentido.