Cuerámaro

Moy Cortez, de niño soñaba con jugar en la Selección Mexicana

Moy Cortez dijo haber sido un niño inquieto muy platicador, de ésos que salían en los bailables y participaban en todos los eventos de la escuela, a quien su mamá le llegó a pegar con la chancla

Cuerámaro, Guanajuato.

“Yo era un niño inquieto y muy platicador, me gustaba practicar todos los deportes y participar en bailables y concursos de oratoria cuando estaba en la primaria” dijo Moy Cortez, actual candidato del PAN por la alcaldía de Cuerámaro.

Moisés Muñoz Cortez, nació en la ciudad de México, siendo hijo de Ramona Cortez Martínez y Felipe Muñoz (q.e.p.d.), además tiene un hermano mayor de nombre Rubén Muñoz Cortez, familia que emigró al municipio de Cuerámaro cuando Moy tenía 12 años de edad.

De niño, Moy soñaba con ser un deportista famoso y jugar en la Selección Mexicana, ser presidente de la República o abogado, siendo esta última, la profesión que realizó, sobresaliendo en la escuela por sus buenas calificaciones y su extrovertida personalidad.

“En la escuela a todos les daba miedo exponer y yo les decía, ustedes preparen el tema y yo lo explico, ahí empecé a aprender a “hacer equipo” y ver en qué parte del equipo encajas”.

“Mis juguetes favoritos eran mis balones de futbol, mis guantes de portero, el castillo de Greiscol y los juguetes de los amos del universo, yo no jugaba mucho con mi hermano porque me lleva diez años, aunque siempre nos hemos llevado bien” dijo el Candidato.

Moy Cortez argumentó que desde niño, siempre ha tenido gran cariño por los animales, principalmente por los perros grandes, siendo “Duque” y “Cúper” sus mascotas de raza pastor alemán a quienes quiso mucho, motivo por el que en la actualidad, recientemente acaba de adquirir otro perro para que le haga compañía a quien todavía no le ha puesto nombre.

El candidato del PAN, recordó también a Rogelio y Marcos, quienes fueron sus mejores amigos de la infancia, con quienes pasó momentos inolvidables, viendo sus caricaturas favoritas como “Los amos del universo” y “Gasparín”.

“Recuerdo la primera vez que fui al Estadio Azteca a ver jugar al América, estaba tan gustoso de conocer el estadio que me distraje y me perdí entre la gente, llevándome un gran susto, de niño también le tenía miedo a la obscuridad y a que mi mamá se enojara porque me llegó a pegar con la chancla dos o tres veces, sin embargo, en ocasiones le llegó a fallar el tino” dijo Moy entre risas.

Por último, Moy Cortez, concluyó diciéndole a su niño interior “que siga siendo feliz, que se dé la oportunidad de conocer lo más que pueda, que asuma todo el aprendizaje da la vida y que disfrute cada momento”, deseándoles a todos los niños un feliz 30 de abril.

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