Irapuato, Guanajuato.- Morir atropellado cuesta a los presuntos responsables una caución de 320 mil pesos para evitar la cárcel, al menos eso ha ocurrido en los dos últimos casos ocurridos en Irapuato, donde una mujer y un hombre fallecieron tras ser arrollados por conductores de camiones urbanos.
De acuerdo a información obtenida a través del departamento de Comunicación Social de la Subprocuraduría de Justicia Región B, ambos conductores detenidos tuvieron que pagar 320 mil pesos cada uno y fueron puestos en libertad casi de manera inmediata al hecho.
Sin embargo, la dependencia informó que las carpetas de investigación sobre los dos hechos, continúan su curso a fin de que en próximas fechas puedan ser judicializadas.
Su nieta la vio morir
El pasado 26 de febrero, alrededor de las 2 de la tarde, María Belén Reyes Hernández de 78 años murió sobre la Avenida Insurgentes a la altura de la escuela 20 de noviembre, cuando regresaba de recoger a su nieta de 8 años de ese plantel. En ese momento se encontraba un elemento de la Policía Vial moderando los vehículos y el peatón sin embargo no evitó el accidente.
Según los mismos testigos, la niña alcanzó a correr mientras que su abuela se quedó atrás y las llantas del camión de la ruta 33 con número económico IR-0062 con placas 744504D conducido por Cecilio Hernández Luna de aproximadamente 25 años de la comunidad Tomelopitos, la arrollaron y perdió la vida de forma instantánea.
Apenas hace dos días, el pasado 10 de marzo, J. Jesús Rodríguez Olivares de 52 años fue atropellado cuando iba a bordo por una bicicleta sobre Boulevard Casimiro Liceaga a la altura de la escuela Margarita Solis Rangel, por un urbano de la ruta 32 conducida por Gerardo Martínez de 48 años, quien detuvo la marcha con número económico IR0502 y placas 74432D, metros adelante, cuando los pasajeros le gritaron que había matado a una persona.
Énfasis
De acuerdo a la informe diario de la Subprocuraduría, el IMSS reportó el ingreso de una mujer a las 10:30 de la noche de ayer miércoles , que momentos antes había sido atropellada por una tolva y que falleció cuando recibía atención médica. Se trató de Juana Partida Araujo de 63 años de la colonia 12 de Diciembre, siendo identificada por su hija, quien refiere que su madre había sido atropellada sobre bulevar Mariano J. García esquina con la carretera salida a Pueblo Nuevo, por una tolva marca Freightliner, color naranja, con tablillas de Guerrero, conducida por un hombre, quien quedó en calidad de presentado. Según parte informativo de Tránsito Municipal, la mujer atravesó la avenida sin precaución. El Ministerio Público da inicio a la Carpeta de Investigación correspondiente.
Es increíble lo mal redactado que está este artículo; primero el título de la nota, “morir atropellado cuesta poco más de 300,000 pesos…”, ¿o sea que eso tiene que pagar el occiso por morirse o cómo?; segundo, en la primera línea, “morir atropellado cuesta a los presuntos responsables…”, morir se aplica al que se muere, no al que mata, lo correcto debió haber sido “…la muerte como consecuencia de atropellamiento cuesta a los presuntos responsables…”; tercero, el verbo “cuesta” carece de estilo, porque se da a entender que la muerte entonces es una mercancía o algo por lo que se tiene que pagar; lo correcto debió ser “…la muerte como consecuencia de atropellamiento implica para el responsable…”; cuarto, no se aclara el concepto del pago de $ 320,000 pesos, que en el caso viene a ser la medida cautelar impuesta a los inculpados para garantizar su presencia en el procedimiento penal. Pónganse a estudiar redacción, “Licenciados en Comunicación”
ES MUY LAMENTABLE QUE NO EXISTA UN PROGRAMA ENCAMINADO PARA CONCIENTIZAR A LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD QUE A DIARIO TRANSITAN EN LAS CIUDADES, DESAFORTUNADAMENTE SU CAPACIDAD AUDITIVA Y SENSORIAL YA NO ES LA MISMA QUE DE OTROS ADULTOS JOVENES Y POR ENDE SON VICITIMAS DE ATROPELLAMIENTOS MUCHAS VECES POR CULPA DE ELLOS MISMOS, AUNADO TAMBIÉN A LA FALTA DE PRECAUCIÓN DE LOS CHOFERES DE CAMION.