Irapuato, Guanajuato
Entre los puestos de naranjas, mandarinas y jitomates, policías ministeriales comenzaron a correr para tratar de alcanzar a un supuesto delincuente. El “malandro” como coloquialmente se le pudiera decir, salto, driblo y hasta se burló de la autoridad, luego de escaparse y no ser alcanzado.
Enfundados en sus atuendos casuales, un pantalón de vestir, camisa, zapatos y en el cinto la “clásica” arma de cargo, cuatro policías ministeriales sacaron de la rutina a los visitantes al llamado tianguis de la colonia Benito Juárez.
Aquí de la nada comenzó una persecución pie-tierra, aquí se escuchaban los gritos de “alcánzalo” se va a escapar, mientras que a la par de que iban corriendo los uniformados delante de ellos iba una persona delgada que vestía pantalón de mezclilla y playera.
De los cuatro ministeriales, ninguno logró dar alcance al supuesto bandido, del que no se sabe su nombre, tampoco se sabe cuál era el delito o simplemente si realmente los policías de investigación estatal lo encontraron por casualidad o tenían alguna orden de detención.
La carrera entre policías y un ladrón, concluyó cuando el último se “esfumó” y los policías ministeriales solo observaron como el presunto delincuente al que perseguían ya caminaba y no le daban alcance.