Miles de personas se dieron cita en el Panteón Municipal con motivo del tradicional Día de Muertos, ofrendas, flores, comida, música por todos lados; melancolía y alegría una mezcla rara de sentimientos pero con un mismo objetivo visitar a sus familiares, amigos o conocidos que ya o están físicamente pero que al recordarlos nunca se irán del todo.
Algunas tumbas muy limpias y adornadas, otras muy deterioradas y solas; gente llorando, cantando y riendo, se respiró una extraña mezcla en el aire de melancolía y alegría, por una parte la felicidad de llegar al panteón a visitar a sus difuntos, pero por otra ese vacío que deja el perder físicamente a una persona.
María Isabel Ramírez Negrete visitó el panteón debido a que ella ya tiene varios familiares que se adelantaron “Vengo a visitar a mis hijos, a mi marido, a mi cuñada, a mi suegro, a mi suegra, ya tengo varios familiares aquí, no lo festejo es una fecha muy triste de verlos ahí tendidos entre 4 paredes, a mis hijos a mi marido, ya tengo bastantes familiares aquí y en Guanajuato tengo también a mis padres” recalcó María Isabel.
Por otra parte la señora mencionó que ella no acostumbra a hacer altares, llevar comida, o hacer fiestas “Yo soy de rancho y solo acostumbro a poner sus veladoras, rezo y los encomiendo a Dios”.