Irapuato, Guanajuato.- “Mi hermana, mi papá y yo nos enfermamos de Covid-19, no supimos quien contagió a quién, todo el tiempo nos protegimos con cubrebocas y tratábamos de salir lo menos posible, pero desafortunadamente nos tocó ser víctimas del virus que terminó llevándose a mi padre”. dijo Raúl “N”
Raúl es el tercero de cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres quienes cuidaban de su padre, un hombre de 65 años, quien aparentemente estaba sano y atendía una tienda de abarrotes que era de su propiedad, pero desde el mes de marzo del año pasado, su hijo Raúl decidió ponerse al frente de la tienda para no exponer a su padre ante la amenaza del coronavirus.
“Como familia, tomamos la decisión de ser yo el que estuviera a cargo de la tienda, pues mis otros hermanos tienen un trabajo estable que no les daba el tiempo de tomar esa responsabilidad, decidimos que mi papá se quedara a cargo de la casa para que no tuviera contacto con la gente y protegerlo del covid-19, sin embargo, aún así, siempre tomamos nuestras precauciones, y nos protegimos” comento Raúl
“Hace un mes, Rosalía, una de mis hermanas comenzó a sentirse mal, se hizo la prueba y salió positiva, razón por la que todos en casa decidimos hacer lo mismo, mi padre y yo salimos contagiados también, solo dos de mis hermanos dieron negativo”.
“Mi hermana comenzó a faltarle la respiración, por lo que como pudimos, compramos un tanque de oxígeno que nos vendieron en 30 mil pesos, ella se estuvo atendiendo en casa, yo fui a parar al Seguro Social en el que estuve 12 días internado con oxígeno también, mi padre era el único que parecía ser asintomático, sin embargo, falleció cuando yo estaba internado” dijo Raúl con lágrimas en los ojos.
Raúl, dice no poder explicarse lo sucedido, pues según sus hermanos, le platican que su papá sólo comenzó a subirle la temperatura, por lo que tomó paracetamol, se recostó en su cama y falleció, Raúl cuenta que le pesa mucho no haber podido despedir a su padre por estar internado, situación que no lo deja vivir tranquilo, al sentir mucho dolor no haberle dado el último adiós.
“Solo quiero estar dormido para no sentir lo que estoy sufriendo, quisiera que fuera un sueño, mi madre murió hace dos años, pero con ella fue diferente porque al menos pude asistir a su funeral, me despedí de ella, pero mi padre no, no lo vi, no lo acompañé, ni siquiera me explico lo que pasó, el estaba bien cuando a mi me internaron y me duele en el alma no haber estado presente en el día que murió” comentó Raúl.