Irapuato, Guanajuato
“Para mí fue un día de duelo porque así lo creo, ese día nuestros diputados y nuestro Congreso pasó a ser a lo más, plurinominal; desapareció la Federación y desde ahora tenemos una República Central, aquí nuestro Congreso a lo más es plurinominal, ¿Qué quiere decir…? un Congreso que habla, discute pero cuyo voto a fin no cuenta”.
Así se refirió el Obispo de la Diócesis de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda, luego de que en días pasados en la ciudad de León, en un hecho histórico para el estado, dos mujeres se casaran tras un amparo que obtuvieron del Juzgado Tercero de Distrito que ordenó al gobierno del estado unirlas en matrimonio.
Señaló que este hecho es un regreso al centralismo, “al menos en algunas decisiones en las que a ellos les interesan, las que vienen desde Estados Unidos, las que vienen desde la ONU; ante tales hechos sigo convencido de que no somos ni eso, recibimos órdenes”.
Pero refirió que si este suceso no pudiera significar un “retroceso” tampoco representa un “avance”.
Martínez Zepeda señaló que los Congresos locales son sólo apariencia, si bien hacen como que “disque discuten” a la hora de votar reciben órdenes e imposiciones de autoridades por arriba de ellos.
“De ahora en adelante podemos considerar que nuestros congresos son a los que ellos llamaron plurinominales, eso que ellos inventaron para discutir, hablar, dar la apariencia pero a la hora de votar no tienen respaldo ni fuerza”.
“Es evidente, ¿Para qué hay legislaciones locales?, si no tienen ningún valor… deberíamos ahorrarnos tiempo, dinero y esfuerzo; tenemos diputados y un Congreso disque discutiendo, inútil”.
“Vamos a preguntarle a la ONU: ¿Cuál es la siguiente disposición que nos va a dictar y lo sabremos más fácilmente”, finalizó.
Twitter: @ saritabu
Y la pederastia de los sacerdotes es mejor que las bodas gay; como una vez escuche en la radio: “Prefiero que me adopten una pareja gay a que un sacerdote me viole”