Irapuato, Guanajuato.- Martín Cortés, el “cacaro” de la ciudad de Irapuato, trabajó durante mucho tiempo en los cines de la localidad.
Dijo Martín que el estudio, no fue lo suyo y cuando salió de la secundaria buscó la manera de trabajar en lo que más lo apasionaba, que era el cine “yo quería ser cacaro” señaló Martín Cortés.
Para las nuevas generaciones que no saben que es ser “cacaro”, el irapuatense dijo que un cacaro era el encargado de poner la película y su responsabilidad era que, durante la proyección, de no hubiera ningún contratiempo.
Si por alguna razón se interrumpía la película el público comenzaba a chiflar y a gritar; uno de los gritos más recurrentes por parte de la audiencia cuando se interrumpía la función era “cácaro deja a la boletera” recordó Martín.
El irapuatense mencionó que su función, como “cacaro”, era fundamentalmente estar al pendiente de que la cinta cinematográfica no se rompiera al ir pasando por el proyector, si se rompía había que remendarla y pegarla, “había que tener cuidado de que no se notará que se le habían quitado cuadros a la cinta y que la película estuviera arreglada rápidamente para continuar con la función”.
Sabías que… los cines donde trabajó Martín fueron el cine Rialto, Rex, Irapuato, Florida y Cinema Gemelos.
