Carlos Zamarripa y de Alvar Cabeza de Vaca Apendinni, funcionarios sin cuello, ni forma
Ya no hay discurso que valga, justificación, “maquillaje” o cualquier palabra que trate de minimizar el tema de la inseguridad que hay en Guanajuato. Hasta el momento ya es hasta burlesco que el gobernador Miguel Márquez Márquez, no haya movido a sus dos artilleros que de artilleros sólo tienen una voz fuerte que usan para regañar a sus subalternos, estamos hablado de Carlos Zamarripa Aguirre, Procurador de Justicia y de Alvar Cabeza de Vaca Apendinni, Secretario de Seguridad Pública que de los dos no sale uno.
Ya parece una de esas relaciones en la que la novia o esposa (gobernador), sabe que le está yendo mal con sus “novios” y ni así entiende, no escucha los reclamos de la ciudadanía, no escucha los escritos en medios de comunicación, menos escucha que ya no se trata de una campaña en su contra, ¿y los muertos?, esos pudiéramos suponer que no querían morir, pero que según su última justificación del que anda mal, mal acabará y los demás qué culpas tenemos de sufrir.
Ya no es equiparable hacer comparaciones con otros Estados, que si el INEGI u otra dependencia pusieron a Guanajuato en un lugar o menos en el escalafón de inseguridad, lo que se tiene que hacer dirían algunos mexicanos o que se dice en el país “comprarse una canasta muy grande” y de ahí hacer lo que se requiere.
El ciudadano de a pie, padece de los motoratas, de los ratas y de los ratoncitos; el ciudadano de “malas andadas” ya también nos tiene hartos de no poder salir a la calle, de ver en redes sociales supuestos toques de queda, de recomendaciones para no ir al cajero, que no se suponía que en México había libertad, esa libertad que tanto se presumía.
Lo más lastimoso es que Miguel Márquez Márquez, ya anda pensando en otras ligas cuando el candil lo tiene que prender en su casa y darse cuenta que esos hijos putativos lo han dejado en la ruina con un escudo infuncional, obsoleto, absurdo y burdo.
Esperamos que este columpio tenga equilibrio, pues ya es hasta dudoso que se pretenda hacer algo por los guanajuatenses, aquellos que no cuentan con guardaespaldas, que no cuentan con un buen sueldo, que no se codean con los políticos que no ven lo que ocurre, la realidad supera la ficción y un día (esperamos sea pronto), esa novia denuncie a esos novios golpeadores.
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