Guanajuato, Gto.- Fue un día de un año de mediados de la década de 1970. Llegaron autobuses a la telesecundaria y nos llevaron a la recién pavimentada calle Purísima, en la colonia Industrial de León. Ese día inauguraban la pavimentación de esa vialidad y la Valverde y Téllez y un depósito y planta purificadora de agua en Las Hilamas. Nos dieron banderitas y confeti tricolor para lanzar, previo aplauso al paso de los personajes dispuestos para la veneración cívica: el presidente Luis Echeverría, el gobernador Luis H. Ducoing y el alcalde Arturo Lozano Madrazo.
Como lo indicaba el protocolo, el gobernador vestía de guayabera. El alcalde era de traje, aunque en esos casos lo usaba sin corbata, como a veces lo hacía el presidente. Echeverría y Arturito (“Lozano para los ricos y Madrazo para los pobres”, decían sus malquerientes) ya no están, Luis Humberto los acaba de alcanzar: murió en Querétaro durante la madrugada de este domingo 24 de marzo.
Hubo muchas expresiones de dolor y respeto: del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, del abogado Basilio Rojas, del abogado y artista Pedro Vázquez Nieto, por citar dos de los cientos que hicieron pública su condolencia.
¿Quién fue Luis Humberto Ducoing Gamba?
Nació en San Luis de la Paz en 1937. Estudió derecho en la Universidad de Guanajuato y desde joven mostró gusto por la política y, como dictaban los cánones, mostró desde joven ser un buen orador.
Fue un destacado joven priista, reconocido en los ámbitos capitalinos, donde se movía la política antes de que los empresarios incursionaran directamente en ella.
Fue diputado federal a los 27 años de edad. Dejó el cargo en 1967 y lo ocupó una vez más en 1973.
Eran los tiempos del nacionalismo revolucionario y se había integrado al grupo echeverrista. Manuel M. Moreno, otro gobernador reconocido por su impulso al desarrollo de la capital, era de la época de Gustavo Díaz y el presidente requería a alguien de su cercanía. Ése alguien fue Luis Humberto, que en 1975 se convirtió en el gobernador número 65 de Guanajuato.
En su administración que construyó la nueva sede Preparatoria Oficial, le dio continuidad al Festival Cervantino.
Fue anfitrión de la Reina Isabel II y su esposo el príncipe Felipe, uno de los eventos más recordados de Guanajuato del siglo pasado.
Pero hubo dos momentos que mostraron su visión de estadista: el apoyo al programa federal de “La familia pequeña vive mejor” y el hacer efectiva la educación sexual en las escuelas primarias.
Manuel M. Moreno fue gobernador disciplinado y cumplió; Luis H. Ducoing enfrentó a una embravecida derecha que en 1974, a través del Partido Acción Nacional, logró ganar la presidencia municipal de León. La salida política fue llevar a la alcaldía leonesa a un empresario formalmente priista, pero cercanos a los hombres del dinero e ideológicamente con influencia conservadora. Roberto Plascencia Saldaña, que presidió la Junta de Administración Civil de 1976 a 1979. Fueron los años de urbanización de una ciudad que se convirtió en la quinta más importante del país en términos de población y la cuarta en términos de economía. El estado, empero, siguió pobre.
En 1979, Ducoing Gamba terminó su período como gobernador de Guanajuato. El hombre se fue de Guanajuato y se refugió en su natal San Luis de la Paz, para finalmente irse a su retiro a la ciudad de Querétaro, donde murió.
Fue un político de luces y sombras. Sus luces fueron el impulso a la cultura y al desarrollo económica; sus sombras fueron el concentrar el desarrollo en el corredor industrial y atender poco los polos más pobres. Otro punto de sombra, aunque no fue exclusivo de él, era la temida “Furia Gris”, las militarizadas Fuerzas de Seguridad del Estado de Guanajuato, uno de los más eficientes cuerpos de represión a campesinos y colonos que ha tenido la entidad en su historia.