Irapuato, Guanajuato.- “Los sastres somos como los dinosaurios, estamos al borde de la extinción”, refirió el sastre Rafael Gasca quien desde los 11 años aprendió su actual oficio, para Rafael la llegada de “grandes empresas” que se dedican a la venta de ropa en Irapuato han afectado directamente a los sastres, ya que la gente prefiere comprar sus prendas de vestir en las tiendas olvidándose por completo de la sastrería, situación que podría representar en un futuro no muy lejano “la extinción” de los sastres.
Su gusto por la sastrería inició cuando “por darle gusto a mi madre” Rafael incursionó como aprendiz de sastre y desde entonces “tomó cariño” a dicha profesión, sin embargo no toda su vida la ha dedicado a la sastrería ya que dijo que por muchos años trabajó para gobierno del estado y ahora jubilado retoma el oficio que “tanto disfruto”.
Rafael Gasca quien es especialista en el bordado y hechura de pantalones, manifestó que para ser sastre se requiere tener interés y empeño en aprender el oficio, de la misma manifestó que ejerce su profesión por gusto y porque de ahí obtiene un ingreso extra para dar estudio a sus hijos.
La mayor satisfacción que Rafael ha tenido como sastre ha sido el ser conocido por mucha gente en Irapuato, además de incluso haber sido sastre en alguna ocasión de funcionarios de gobierno del estado.
“Mi fuerte son la hechura de pantalones, para ser sastre se requiere interés y empeño, que le guste a la persona porque si uno aprende de mala gana no se aprende rápido ni se disfruta y no hay como que se dé solito, yo lo disfruto porque de aquí saco un dinerito extra y me sirve para mantener a mi familia”
