Lorenzo Negrete honra a su abuelo Jorge y a otros grandes guanajuatenses

Canta en el Teatro Juárez también a José Alfredo, María Grever, Joaquín Pardavé y Jesús Elizarraraz

Guanajuato, Gto.- Fue un concierto que también debe ser presentado en la explanada de la Alhóndiga Granaditas: Lorenzo Negrete no sólo honró a su abuelo; rindió un emotivo y musical homenaje al Guanajuato que Jorge Negrete mencionaba poco como su tierra, pero que aún le canta y quiere homenajearlo.

Jorge Negrete nació en 30 de noviembre de 1911. Murió el 5 de diciembre de 1953, una muerte prematura que dolió a su México Lindo y Querido, que lo trajeron aquí para que dijeran que estaba dormido.

Fue el primer gran impulsor de la figura del charro cantor, de la voz de tenor con la fuerza vernácula, con un tono grave que representaba bravura y virilidad, cualidades esenciales del México macho que emergía del fresco recuerdo de su reciente revolución y que se envalentonaba en el contexto de los aires bélicos europeos que terminarían en convertirse en Guerra Mundial.

Su poderosa voz y carisma llevo el género ranchero a escenarios internacionales, para establecer la imagen del charro gallardo y elegante en el cine mexicano. Jalisco no se rajó, aunque a Guanajuato no le cantó.

El teatro Juárez fue el escenario de cuasi exclusividad, de un centenar de personas que tuvieron el privilegio de escuchar al descendiente del cantor, que canta en un tono más abajo, pero que se entregó con emoción a una tierra que sintió como suya.

Lorenzo Negrete, nieto del “Charro Cantor”, la sonoridad de la Banda de Música del Estado y el sentimiento bravío del Mariachi Trovadores de México, bajo la dirección artística de Adalberto Tovar, fueron los protagonistas del homenaje a Jorge Negrete y, de paso, de mostrar el orgullo de un estado con 200 años de vida como entidad federal, de cuna de la independencia y escenario de batallas revolucionarias.

Lorenzo Negrete hizo añorar a su abuelo con “Amor con amor se paga” y “México lindo y querido”; además de recordar las melodías de grandes compositores guanajuatenses, como María Grever, con “Júrame” y “Te quiero, dijiste”;) Joaquín Pardavé con la hermosísima y romántica “Varita de nardo”; y la emblemática “Tierra de mis amores”, de Jesús Elizarraraz.

Y entre homenajeados no podía faltar José Alfredo Jiménez, con “Si nos dejan”, “El último trago” y una excelsa sin par: “el Jinete”, sin faltar otro de los himnos abajeños, como “Caminos de Guanajuato”.

Mientras la Banda de Música mostraba con “Sobre las olas”, de Juventino Rosas, el por qué son Patrimonio Cultural Intangible del estado de Guanajuato.

Lorenzo Negrete, el mariachi y la Banda estarán en otros escenarios de la entidad como parte de esos históricos 200 años de federalismo. Merecen ir más allá y estar en espacios donde la masa los goce. No sólo de Belindas, Mijares y Achávez viven las y los guanajuatenses.

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