Manuel Doblado, Guanajuato.- La Fiscalía General del Estado en Guanajuato informó que identificaron los restos de Javier Modesto Moreno, un niño indígena de tres años de edad, que había desaparecido el 15 de mayo en unos sembradíos de San Francisco del Rincón y Romita.
La dependencia maneja como primera hipótesis que el pequeño fue atropellado cuando estaba acompañando a sus padres en un campo agrícola, del municipio de Romita, y falleció a causa de las heridas provocadas del presunto accidente.
Hasta el momento el Ministerio Público no ha dado a conocer detalles de si hay ya posibles sospechosos ni si el cuerpo del niño fue movido u ocultado después de ser presuntamente arrollado.
Javier Modesto, esperaba debajo de un árbol, en la orilla de un campo de tomate, cerca de las comunidades de “El Jagüey” y “La Sandía”, en la que trabajaban sus padres, Anselmo Modesto y Maura Moreno, quienes son jornaleros de la región de La Montaña del Estado de Guerrero.
La pareja había llegado al estado para trabajar en el campo, son pertenecientes a la comunidad Ñuu Savi, que en castellano significa Pueblo de la lluvia, y que también son conocidos como mixtecas.
El pequeño desapareció sin dejar rastro aproximadamente a las 5 de la tarde, se encontraba a unos metros de distancia de sus padres, que lo vigilaban desde el campo, pero en un par de segundos dejaron de verlo. Rápidamente sus padres dieron la voz de alarma, debido a que el niño únicamente hablaba mixteco y todavía tomaba lecha materna.
Dieron aviso a la policía de Romita, sin embargo, las autoridades no comenzaron la búsqueda. Fue un grupo de jornaleros voluntarios el que se empezó la búsqueda del menor. El 16 de mayo, la familia puso la denuncia por desaparición ante la fiscalía. Hasta ese día en la noche, la dependencia no lanzó la alerta ámber, que se activa en México con las desapariciones de menores de edad.
Durante días no se tuvo rastro del pequeño, hasta el pasado viernes en la tarde cuando la Fiscalía de Guanajuato anunció que había encontrado restos humanos en una zona de sembradío, cercana a donde había desaparecido. Sin embargo, hasta que no se realizaran los análisis podrían identificar a la víctima.
Tres días más tarde se confirmó la noticia por parte de las autoridades. El caso ha conmocionado a diferentes partes de la república ya que pone de manifiesto las condiciones en las que trabajan los jornaleros, quienes tienen horarios laborales de 12 horas al día sin descanso, por lo que se ven obligados a llevar a sus hijos al trabajo.