Las Siete Cuevas de Rentería

En Jueves o Viernes Santo se abre esa cueva en Manuel Doblado… sí, la cueva está encantada, y al que se le ocurre meterse tiene que entrar cuando se abre y salir rapidito, antes de que se cierre, porque cuentan que hay una voz que te dice: “Todo o nada”

Manuel Doblado, Guanajuato.- Aquí a este rumbo le mentamos cerro de «Chalchihuitillo» y la Piedra Bola que usted anda buscando queda p’allá -me explica don Justino Ramírez-. […] Bueno, sí, eso dicen que la primera fundación de Manuel Doblado fue aquí. Pero ¿si ha oído hablar de Rentería? No, ah, entonces déjeme contarle pa’ que sepa por qué rumbos anda, ¿no?

Mire, aquí sabemos que hay siete cuevas por el rumbo, y en este cerro está una de ellas; es una de las siete cuevas de Rentería. Hay gentes que dicen qu’es una cueva mala, qu’está encantada. Mucha gente se ha caído ahí adentro y no hay quién los saque.

Nomás se oye el grito de cuando van cayendo y el costalazo, ¡zas!, y ni quién pueda bajar a sacar al muerto. Y no es que esa gente sea zonza y se caiga nomás porque sí; lo que pasa es que el espíritu de los indios de antes cobra venganza, y le jalan el pie al que se acerca, y se lo comen. Sí, se lo come la cueva porque está encantada.

Pero Rentería fue un pelao muy méndigo que le robó lo que quería al que por aquí pasara, y todo el dinero lo enterró en ese hoyo; esa cueva que namás dicen que se abre una vez al año. En Jueves o Viernes Santo se abre esa cueva, creo yo, y al que se le ocurre meterse tiene que entrar cuando se abre y salir rapidito, antes de que se cierre.

Sí, la cueva está encantada porque cuentan que hay una voz que te dice: “Todo o nada”.

Pero imagínese namás: sacar todo está retecanijo. Y luego s’empieza cerrar la cueva y hay que correr pa’ salir, pero no te deja salir así namás.

No’mbe, si uno trai diez, o cien, o quinientos o mil pesos en la bolsa, –dinero propio, ¿vedá? – hay
que dejarlos ahí pa’ poder salir, pos la misma voz te dice: “Saca la lana que trais en la bolsa.”
¡Ah que Rentería tan méndigo, su ánima sigue robando…!

“Cualquier alusión a estas siete cuevas es como una versión moderna y muy local de las míticas siete cuevas de Chicomostoc, de donde surgió la raza mexica que dominó la vasta región de Mesoamérica.

Tal vez ésta sea una comparación aventurada, sin embargo, hay algo muy recóndito en la memoria colectiva de los lugareños, quienes no sólo hablan de los modernos tesoros en las siete cuevas, sino que también mencionan el hecho de que son siete cuevas rituales, donde el espíritu de los indígenas aún pervive en cada una de ellas.” Andrés Lona Moctezuma, del libro Manuel Doblado.

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