Pénjamo, Guanajuato. – Elizabeth y su hermana Madison Valentina Negrete son vendedoras de los tradicionales “changuitos” ha mantenido viva una tradición culinaria única en Pénjamo, que ha conquistado los paladares de su comunidad desde 1945.
Elizabeth y su hermana Madison dijeron que son la tercera generación al mando de este negocio familiar que ha “cautivado” a los habitantes del municipio.
Conocido también como “higaditos”, este manjar se sirve acompañado de una salsa tradicional o chipotle, y una refrescante y “tradicional” agua de limón que completa la experiencia culinaria.
Los famosos “changuitos”, es un platillo que se ha convertido en un referente de la cocina tradicional, donde la receta lleva años pasando de generación en generación, con cada detalle cuidadosamente preservado.
Para su preparación la carne de hígado se sumerge en manteca caliente, se agrega sal de grano y se espera hasta que adquiera esa textura que caracteriza a los “changuitos”, como lo mencionaron las hermanas Negrete.
La mención a esta comida como “changuitos” surgió de una anécdota peculiar, pues durante el proceso, la carne comenzaba a salpicar el aceite caliente, lo que llevó a algunos a comparar la elaboración de este platillo con los monos.
La misma gente que disfrutaba de este platillo, fue la que acuñó este apodo cariñoso, debido a que comentaban “están feos, prietos y salpican, son changos”.
El legado de los “changuitos” comenzó hace casi ocho décadas, cuando el abuelito de Elizabeth dio los primeros pasos en el mundo de la gastronomía.
Donde su abuelito quien lamentablemente falleció hace 12 años y continuó el legado su padre que también perdió la vida; Elizabeth y su hermana “tomaron las riendas” de este negocio convirtiéndose en la tercera generación que seguirá manteniendo viva la tradición y el amor por la comida.
Las tortillas calientes, están listas para abrazar los “changuitos” y convertirlos en deliciosos tacos para todos aquellos que gusten comerlos en taco, para los que no, pueden comerlos como si fueran “totopos”.
Mencionan también que en el municipio es muy común que este tipo de comida se las lleven a los albañiles, como una opción para reponer energías y “satisfacer” sus paladares.
Aunque Madison dijo que las personas que compran más los famosos “changuitos” son la gente de rancho, ya que aprovechan que van a el municipio para comer carne, chicharrones, entre otras cosas.
Los precios varían entre los 40 pesos la orden y 120 pesos por kilo. Elizabeth y su hermana han demostrado ser verdaderas guardianas de la tradición culinaria, no solo sirviendo platillos excepcionales, sino también regalando sonrisas, alegría y hospitalidad a todos aquellos que visitan su puesto.