Por: Hugo Ramírez
Quiroga, Michoacán
Las carnitas, un alimento considerado como “delicioso” en la gastronomía mexicana y de gran tradición que han tenido una gran aceptación, hasta para los paladares más finos; su origen se derivó desde la época de la conquista en México.
Es comúnmente ver en los hogares o establecimientos, mesas familiares repletas de este “suculento” platillo a base de carne de puerco, esto se puede observar los domingos o incluso en cualquier día de la semana; su consumo ha logrado expandirse a nivel internacional.
Se pueden comer las carnitas en forma de taco, usando tortillas, en enchiladas, lomo de cerdo ahumado, en fin, existe gran variedad en el modo de uso y preparación de carnitas; incluso algunas recetas pueden venir de la abuela de la familia.
Origen michoacano
De acuerdo a versiones que dieron diferentes historiadores, cuenta la leyenda que en la época de la conquista de Hernán Cortés, se introdujeron diversos productos como especies, animales, entre ellos los cerdos y que posteriormente llegaron a lo que se le conoce como Quiroga.
Los que no rindieran tributo a cristo en aquella época, eran considerados “traicioneros” o “herejes” por lo que eran asesinados o excluidos, muchos escondían el culto que profesaban; por lo que durante el viaje realizado por territorio tarasco, como forma de ubicar aquellos que no adoraban a Jesús, llevaron a cabo un banquete.
El festín estaba elaborad a base de “carnitas” de puerco. Cabe recordar que la religión musulmana y la judía no comen carne, debido a que la consideran “impura” y “sucia” y es así que desde aquel momento se consume el manjar de carnitas en México.
Cabe añadir que en muchas zonas del país, se llegan a adjudicar el origen de dicho patillo, por lo que a ciencia cierta, se desconoce dónde fue realmente su origen, dejando de este modo, a estas historias como leyendas mexicanas que hacen enriquecer la cultura en México.
Pésima redacción, ¿lo hizo gratis?