Irapuato, Guanajuato.- Los mexicanos tienen como costumbre embellecer el lugar donde descansan los cuerpos de sus familiares difuntos, para esto construyen capillas, estatuas e imágenes religiosas que adorne. Estas están ellas construidas con mármol y diferentes materiales, el proceso de creación no es nada sencillo ya que puede variar según la complejidad de estas.
Luis Manuel Guevara es el dueño de una marmolería a las afueras del panteón municipal de Irapuato, en este negocio se fabrican lapidas para muertos hechas a partir de molido de mármol, cemento gris, cemento blanco, yeso y alambrón.
El crear un florero, la pieza más pequeña que producen puede tardar hasta 4 días y la más grande como capillas completas, suele tardar hasta 22 días en terminarse por completo.
El proceso de estas obras de arte comienza desde la creación del molde, este se hace con yeso el cual se deja secar todo un día, mientras esto sucede, se procede a hacer una base de alambrón para darle soporte a la estructura y así alargar su duración, se procede a insertar en el molde la pieza de alambre. Posteriormente se hace una mezcla de mármol triturado y cemento gris o blanco de acuerdo a las peticiones del comprador, esta se vierte en el molde y se deja secar por un día o dos dependiendo el tamaño. Ya que la pieza haya endurecido, se saca del molde y se manda pulido donde se les da un acabado liso, después de tres pasadas con el pulidor se usa acido oxálico para darte un acabado brilloso.
El tiempo para montar las piezas suele variar dependiendo del tamaño y peso que esta tenga, la más grande puede tardar un día completo y se utilizan hasta 6 trabajadores para poder moverla. Las piezas chicas, pueden instalarse en una hora o menos y una persona sola pueda hacer este proceso.
Además de fabricar lapidas, también elaboran pisos, estatuas, imágenes religiosas y cualquier cosa que el cliente pida.