Irapuato, Guanajuato
Don José Erasto Banda Rangel lleva 15 años trabajando en el Panteón Municipal, limpiando la maleza y recogiendo la basura entre las tumbas, durante ese tiempo ha perdido el miedo a los muertos.
Según el trabajador del panteón le han sucedido varios hechos que si no le causan miedo sí cierta incertidumbre, ya que ha escuchado gritos y visto personas que de repente desaparecen.
Una vez “Allá por donde están los angelitos, una vez oí que lloraron pero yo andaba barriendo solo, me asomé a las calles y no había nadie, lo único que les dije son ustedes que andan peleando verdad y continuar”, platicó don José Erasto Banda.
O como cuando vio a una señora a unos metros de distancia al parecer limpiando una tumba y al acercase ya no estaba y tampoco estaba limpio el lugar.
A través de los años el trabajador ha aprendido a tenerle más miedo a los vivos que a los muertos porque “Los muertitos no hacen nada, allá en la calle los vivos sí le dan un golpe”, dijo.
La necesidad y falta de empleo, llevó a don José Erasto a trabajar en el Panteón Municipal, de lunes a sábados el trabajador recoge la basura y corta la maleza que hay entre las tumbas de aquellos que ya no están en vida.
“¡De primero me sentía medio mal pero ya ahorita me acostumbré, decía como voy a hacer esto aquí, entre los muertos! Pero ya se acostumbra uno al trabajo”, expresó.