Irapuato, Guanajuato.- Los lamentos y quejidos se podían escuchar en todo el pasillo, al fondo estaba llorando una mujer junto a su marido y los médicos y enfermeras estaban haciendo lo que estaba a su alcance; la sobresaturación en la sala de urgencias y hospitalización del IMSS de Irapuato “es de pronóstico grave”.
No hay espacio para los pacientes que requieren ser hospitalizados y que en su mayoría han llegado por el área de urgencias, mucho menos hay sillas, tampoco existen algunos protocolos de salud que al parecer deberían existir, lo que si hay son “muchos” pacientes sufriendo.
María es hija de la señora Guadalupe, una mujer de poco más de 80 años que comenzó a sentirse mal y que llegó a urgencias, porque ya no aguantaba el dolor, ahí lo que hicieron, fue revisarla, sentarla en una silla y esperar a que se pudiera desocupar una camilla.
Otra de las pacientes era Eli, una joven que llegó por una posible fractura del tobillo; ella se había caído en su casa y llegó también a urgencias. La doctora y la de recepción, fueron amables, la enviaron a Rayos X y de ahí a curación, pues se trataba de un esguince, lo único complicado, fue “no tenían otra cosa de paracetamol, la doctora me dijo que tienen muy pocas medicinas”.
Entre los gritos de dolor, el tiempo de espera para poder acceder a una “habitación” es parte del calvario que a diario se vive en el IMSS de Irapuato, donde la falta de espacios, han generado que los pasillos se conviertan en habitaciones para los enfermos.