“La vida de comerciante no es fácil, pero fue la herencia de mis padres”

rapuato, Guanajuato.- Aunque para Juan Méndez la vida de comerciante no es fácil, desde hace 40 años se ha dedicado a la venta de raspados en el Centro Histórico de Irapuato, estudiar nunca fue opción para Juan ya que la economía de sus padres impedían asistir a la escuela.

A sus 15 años, Juan Méndez decidió separarse de sus padres, poner su propio negocio y ganar su propio dinero, desde aquel entonces Juan solo tuvo 2 trabajos, el primero en una empresa panificadora y otro en Estados Unidos, sin embargo con el tiempo se dio cuenta que el comercio era lo suyo y hasta el día de hoy se dedica a la venta de raspados.

“Esto fue idea de mis padres y yo desde morrito les ayudé a ellos, a los 15 años me separé de ellos y puse mi negocio yo solo, casi son 40 años vendiendo raspados y fruta, a cómo estaba la situación en aquel entonces mis padres estaban muy jodidos y estudiar era muy difícil”

“La vida de un comerciante no es nada fácil”, refirió Juan Méndez quien explicó que ser comerciante implica una responsabilidad, ya que levantarse temprano para surtir su negocio, y estar al pendiente no es una tarea sencilla que se vive todos los días.

“Es un poco difícil porque el ser comerciante no es fácil, tienes que venir, ir, regresar y preparar, no es como cualquier trabajo donde cumples tus 8 horas y te vas, el comerciante tiene que ir a surtir preparar todo, no tengo estudio ni otro trabajo y yo lo sigo”.

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