Irapuato, Guanajuato. – Leticia “Lety” Contreras es madre de dos jóvenes con retraso psicomotor, un retraso en el que los logros del desarrollo aparecen con una secuencia lenta para la edad.
“Uno de mis hijos nació con el cordón umbilical enredado y lleva tres operaciones, y mi otro niño se me vino, pero era una lucha entre que se me venía o se me quedaba”, dijo la mujer.
Desde la llegada de sus dos hijos, la vida de Leticia le ha cambiado drásticamente, ya que tiene que estar 100 por ciento con ellos, atendiéndolos.
Además, la irapuatense comentó que para ella es difícil trasladarse ya que tiene que bajarlos y subirlos del camión, pero gracias a la gente que le extiende la mano para ayudarla, se le hace menos pesado el traslado.
Para Leticia fue un impacto muy grande en su vida recibir la noticia de que sus hijos iban a nacer con esta enfermedad, “más que nada fue una reacción que con tanta ilusión recibe uno a los niños y nos da el trancazo que van a nacer con algún tipo de trastorno; es algo muy duro y da trabajo asimilarlo”, comentó la madre de familia.
Por último, Leticia le manda muchos ánimos a las madres de familia que se encuentran como ella en esa posición y las invitó a que todo lo hagan con amor.