Huanímaro, Guanajuato.- Los raspados “Lluvi”, liderados por Vidal Chacón, de 55 años, y su esposa, han sido una “delicia” en el municipio durante las últimas dos décadas. La historia comenzó con una corazonada tras quedarse sin trabajo, lo que llevó a Vidal a perfeccionar sus productos y crear una “salsa” especial para los raspados, que se ha convertido en un ingrediente distintivo de su negocio.
Chacón, inició su negocio de raspados tras una época de dificultades laborales. La clave de su éxito radica en la calidad de sus productos, elaborados únicamente con fruta natural, destacando sabores como mango, kiwi y fresa. Además, ha desarrollado una salsa especial que incluye una mezcla de chile, miguelito, chamoy, entre otros, agregando un toque único a sus creaciones.
Aunque inicialmente recorría las calles, Vidal tuvo que establecerse permanentemente en el centro del municipio debido a un accidente que lo dejó “incapacitado” temporalmente, debido a que una mujer atropello al dueño de los raspados hace algunos meses y al parecer no se quiso hacer responsable de los gastos de la recuperación, solamente de los daños ocasionados a su “carrito”.
A pesar de este obstáculo, ha logrado mantener su puesto en una de las esquinas más concurridas, convirtiéndose en un punto de referencia para los “amantes” de los raspados en Huanímaro.
A pesar de enfrentar dificultades económicas en el municipio debido a la escasez de agua y las malas cosechas, Vidal dijo que, ha sabido mantener su negocio a flote gracias a su dedicación y calidad en cada producto. Aunque las ventas se han visto afectadas, especialmente durante este año, sigue siendo una opción popular para los residentes y visitantes de otros municipios.
Con el apoyo de su esposa y cuatro hijos, ha logrado mantener su negocio y proporcionar educación para sus hijos; su esposa también tiene un puesto de raspados “Lluvi” sólo que en otra ubicación.