Salamanca, Guanajuato.- El Santuario Diocesano del Señor del Hospital, llamado así porque anteriormente se encontraba a un costado un hospital para indios en la época, en el corazón del centro del municipio. Entre su principal atracción de fe y devoción alberga un Cristo de color negro azabache con una inclinación de cabeza asemejando la muerte, es una imagen venerada con una historia que data desde la guerra de Independencia.
Las dos Leyendas del Cristo Negro:
La primera leyenda cuenta que un grupo de indígenas que se enfrentaba a soldados españoles en los años de la guerra de Independencia, tuvieron que buscar refugio para el Cristo entre los arbustos para evadir la persecución y que les fuera arrebatado su “estandarte” que en ese entonces era un cristo en color blanco. El cristo fue escondido momentáneamente por los indígenas entre los matorrales, quienes regresaron por él cuando la oscuridad reinaba, burlando a los españoles, pero se percataron que el Cristo dejado en el lugar ya no era de color blanco sino de color negro, cuentan los salmantinos.
La segunda leyenda contada por los pobladores es que, la figura de Jesús agonizante en la cruz fue venerado entre 1545 y 1560 en el pueblo de Jilotepec, actualmente Estado de México, donde fue venerado durante varios años, un día, uno de sus habitantes tuvo un sueño en el que Jesús le pidió que llevara la imagen que se encontraba en Jilotepec a otros lugares, la señal “divina” sería que al despertar la vería clavada en el piso, lo cual significaría que ese sería su hogar “eterno”.
El devoto siguió las indicaciones de su sueño, pero los habitantes de Jilotepec lo persiguieron debido a que ellos consideraban suya la imagen, al caer la noche el hombre escondió la imagen y se separó de ella momentáneamente, al día siguiente se encontró con un Cristo completamente en color negro, ya que el que el transportaba era de color blanco como comúnmente se le conoce; gracias a ese milagro, la imagen no pudo ser encontrada en la oscuridad por los pobladores de Jilotepec.
Elaboración
El Cristo fue elaborado en 1543 en Pátzcuaro, Michoacán, con caña de maíz, mide 1.80 metros y pesa 13 kilos. Su rostro inclinado hacia el costado derecho simulando la muerte.
¿Cuándo llego a Salamanca?
La llegada de la imagen al municipio de Salamanca fue en el año 1560, esta imagen según se cuenta un martes Santo de Cuaresma inclinó su cabeza sobre su costado derecho, tal y como si acabara de morir crucificado frente a la mirada de miles de feligreses que se habían congregado ese día santo.
Después de este acontecimiento desde su llegada hace más de 460 años, el “Cristo Negro” se convirtió en el santo patrono de la ciudad de Salamanca, ya que los fieles creyentes tomaron la señal como una guía que mostraba que había escogido a esta ciudad como su morada eterna.
El Santuario del Señor del Hospital
La iglesia que alberga al Cristo Negro es una construcción religiosa de cantera edificada el 12 de mayo del año 1888 y se consagró el 30 de abril de 1924, el estilo utilizado en el inmueble es neoclásico tardío resaltando en las columnas de su elevada torre de tres niveles y en su fachada.
Desde 1888, el reloj muestra tres carátulas sobre la torre del Santuario Diocesano, una de ellas se observa de frente al Jardín Principal y las dos restantes están situadas hacia el lado oriente y poniente de la torre.
Robo de la corona
El año 2010 fue el escenario de un robo en el santuario, debido a que la corona de plata con incrustaciones de metales preciosos le fue robada a la imagen del Cristo negro.
La versión que se dio a conocer por parte de las autoridades fue que varios hombres habrían entrado por el techo de la parroquia y robaron la corona sin que nadie se diera cuenta, después de 1 año del robo miles de feligreses lograron juntar la cantidad de 350 mil pesos donde pudieron nuevamente coronar a la imagen en una misa oficiada por el obispado de José de Jesús Martínez Zepeda.