Irapuato, Gto.- En una de sus estrofas del corrido revolucionario el 7 Leguas reza: “En la Estación de Irapuato cantaban los Horizontes”. Dos décadas antes la Estación de Irapuato ya era famosa, pero, según los historiadores, fue hasta la época de la Revolución de 1910 cuando por su ubicación estratégica cobró mayor importancia, aunque de hecho la tenía desde su misma inauguración.
Hasta hoy han transcurrido casi 137 años y los ferrocarriles, ahora en manos de capital privado, la Estación de Irapuato y su “Casa Redonda” siguen teniendo gran relevancia en el desarrollo económico de México, Guanajuato e Irapuato. Pero desde entonces muchas cosas han cambiado.
Quienes tuvieron oportunidad, en tiempos más recientes, de viajar en los trenes de pasajeros pudieron apreciar la belleza de las instalaciones de la “Vieja Estación”, hoy desaparecida y reemplazada por edificaciones más modernas. Por eso Irapuato como cualquier otra ciudad siempre ha tenido sus grandes historias que nos dejan un gran legado.
En su libro “Irapuato el Bajío Profundo” la escritora Patricia Arias documenta con datos, muy puntuales, de fechas relevantes de la importancia del ferrocarril en Irapuato. En el capítulo que dedica al ferrocarril de Irapuato cita que el 8 de abril de 1878 el Gobernador del Estado Gral. Francisco Z. Mena dio inicio a los trabajos del “Ferrocarril Guanajuato” en el tramo Celaya-León y el Padre Francisco de P. Góngora bendijo la obra en donde 500 operarios empezaron a levantar el terraplén de la vía.
Según datos históricos para 1880 los hermanos Vargas vendieron los terrenos ubicados en el rancho “los Rincones”. Después fueron comprados por la empresa Ferrocarril Central Mexicano, que se encargó de hacer la vía ya establecida en un posterior contrato, así el 16 de septiembre de ese año corrió el primer tren de vapor de vía angosta.
La Estación de Irapuato, poco a poco, hacia el año 1887, fue extendiéndose y se amplió con tres naves y después se construyó La Casa Redonda y que permanece a un costado del Bulevar Colosio.
Para el año de 1889 se circuló la primera máquina de vapor y pasó por las vías de la estación ferroviaria que contaba con trenes para pasaje y carga.
Las tres naves separadas y hechas de mampostería y con techo de 2 aguas como existían en las ciudades circunvecinas, siendo así como la Estación de Irapuato junto con las de Guanajuato, Salamanca, León fueron escenarios de los recorridos y batallas que libró Pancho Villa en Celaya.
Para los años de 1915 Pacho Villa estuvo alojado en uno de los vagones que había tomado como su base y desde ahí planeó la fallida toma de Celaya.
En el año de 1956 siendo Presidente de México Don Adolfo López Mateos y gobernador de Guanajuato Don J. Jesús Rodríguez Gaona, la Estación de Irapuato fue modificada en su totalidad al construir prácticamente una nueva estación de Ferrocarril quedando la terminal de Pasaje y Carga ya modernizada.
A partir de 1920 se empezó a trasportar con más fuerza todos los productos que se elaboraban aquí en Irapuato como nuestra tradicional Fresa.
Hoy en la actualidad con Ferromex la estación solamente es utilizada como de carga y de paso, privatizada, incluso el paso se encuentra restringido.
En el 470 Aniversario de la Fundación Tradicional La Estación de Irapuato apoya, fuertemente, el desarrollo de Guanajuato ante la llegada de varias empresas armadores que conforman uno de los cluster automotrices más importantes de Latinoamérica.
