Abasolo-Pénjamo, Guanajuato. En Peralta y Plazuelas aún se puede imaginar el pasado del que Abasolo y Pénjamo vivieron con las zonas arqueológicas que aún perduran, aunque podría decirse que es un enigma. La zona arqueológica de Peralta, ubicada en el poblado de San José de Peralta de Abasolo, es considerada la zona más grande abierta al público y según los investigadores tiene una extensión similar a Teotihuacan.
La zona situada en Abasolo ocupa al menos 130 hectáreas, en las que habitaba la población de aquel entonces y se supone que un desastre natural ocurrido en el año 900, hizo que los habitantes murieran o cambiaran su lugar de residencia, aunque solamente se trata de una teoría.
Aquí se han identificado 22 basamentos y grandes terrazas de cultivo, entre ellas: el “Conjunto de Doble Templo con patio hundido”, además de “La Mesita” o “Recinto de los Gobernantes”, teniendo un patio que era utilizado como plaza principal.
Al igual “La Mesita” o “Recinto de los Gobernantes”, se suponía que ahí se reunían los patriarcas o señores principales y en la parte central, había una plaza de espectáculos, sin embargo, aún existen muchos enigmas por conocer, porque en la historia de México no hay datos sobre la representatividad que había en ese lugar.
En Pénjamo, la zona arqueológica llamada Plazuelas podría decirse que es una maravilla aún sin descifrar, porque las edificaciones que hay en ese lugar se orientan a los puntos cardinales y a la trayectoria de los astros, como el sol, la luna y las estrellas.
Plazuelas, también conocido por los lugareños como Casas tapadas o las casas que los indios habían Tapado, fue una ciudad en la que existen algunas pirámides que se comunican mediante una calzada con un juego de pelota.
Sabías que… En Plazuelas se dice que este espacio fue quemado intencionalmente y sus edificios fueron derrumbados para evitar que sus secretos fueran a ser tomados por otras tribus