Irapuato, Guanajuato.- En la década de los 60 y 50, la cancha Fernando Dávila, conocida como “La Universidad de basquetbol”, se denominó como un epicentro de pasión y logros en el corazón de Irapuato. Fue en este emblemático espacio deportivo donde se forjaron héroes del baloncesto, cuyos nombres resonarían por generaciones gracias a sus notables logros y el orgullo que trajeron a la comunidad.
Uno de los momentos cumbre en la historia del baloncesto Irapuatense ocurrió en 1963, cuando la Selección Juvenil C de Guanajuato se alzó con el título nacional en Puebla. El equipo, conformado por distinguidos egresados de la Universidad de basquetbol Fernando Dávila, dejó su huella en la historia deportiva del país y en el corazón de los aficionados locales.
Entre los nombres destacados que se forjaron en esta cuna de talentos se encuentran Fernando Dávila Alfonso Herrera, Luis Martínez, Alfonso García Vela, Francisco García Vela, Raúl Merino Torres, Roberto Rodríguez Palacios y Higinio Almanza.
Ubicada en la histórica Escuela Josefa Ortiz de Domínguez, hoy conocida como la Presidencia Municipal, la cancha de basquetbol era un punto de encuentro para la comunidad. Este espacio no solo sirvió como terreno de juego, sino que también albergó el Departamento de Tránsito Municipal, la Inspección de Policía y las cárceles de mujeres y hombres. Justamente donde se encuentran los faroles en la Plaza Fundadores se ubicaba este lugar emblemático, donde jóvenes promesas del baloncesto entrenaban y soñaban con llegar a ser profesionales.
