Un contrato de confidencialidad, confirma que el cantante Justin Bieber quiso mantener bajo reserva una fiesta que llevó a cabo en su mansión el viernes pasado, en el exclusivo barrio de Calabasas en Los Ángeles.
El hecho fue que los policías llegaron hasta el domicilio para solicitarle al cantante canadiense que bajara el volumen porque molestaba a los vecinos.
El músico no hizo caso a las peticiones, por lo cual la policía redactó un informe en el que da cuenta de esta situación. Esto provocó que la prensa estadounidense comenzara a indagar en la fiesta, la cual el canadiense quería mantenerse bajo reserva.
El contrato de confidencialidad que Bieber muestra que hizo firmar a quienes asistieron al evento. El portal TMZ accedió y masificó el documento, en el cual los invitados se comprometen a no referirse a la fiesta, pues de lo contrario tienen que pagar tres millones de dólares.
El contrato es enfático al destacar que no se podía sacar fotos ni se podía hablar del evento con la prensa ni en las redes sociales. En caso de no cumplir con esta exigencia, el pago de los tres millones de dólares se debía cumplir inmediatamente, sin juicios.
Esta no es la primera vez que se difunde uno de los contratos de confidencialidad de Bieber. En uno anterior, el cantante exigía el pago de cinco millones de dólares a quienes entregaran detalles de una fiesta.