Irapuato, Guanajuato.- Hace 42 años, los Reyes Magos le trajeron a Juan José Witrago más que pantalones, camisas, ropa interior y zapatos. Ese Día de Reyes, también recibió un regalo inesperado: una “muñeca de carne y hueso” que cambiaría su vida.
Juan José, originario de la comunidad de San Roque en Irapuato, comenzó la mañana como cualquier otro día. Se levantó, estiró los brazos, respiró profundo y recordó que era 6 de enero. Con curiosidad, se dirigió a la sala donde estaba el nacimiento. Aún en pijama, observó los regalos dispersos: blusas, tenis, dinosaurios, carritos, cocinas, juegos de té… pero ninguno tenía su nombre. Finalmente, encontró un cúmulo de ropa sobre el sillón con una etiqueta que lo identificaba como suyo.
Aunque los juguetes no eran para él, la ropa que recibió le quedó perfecta. Por la tarde, estrenó una de sus nuevas prendas, se perfumó y se unió a la tradición familiar de partir la rosca. Después, decidió dar un paseo por las calles de San Roque.
Al pasar frente a la casa de Marisela Alfaro, Juan José sintió una mezcla de nervios y coraje. Titubeó un instante antes de tocar la puerta, pero finalmente lo hizo con decisión. Marisela ya lo estaba esperando. Juntos caminaron hacia el baile que se celebraba en la plaza del pueblo.
La noche avanzó entre piezas musicales, risas y conversaciones. Sin embargo, cuando llegó la canción más romántica de la noche, Juan José sintió algo diferente. Un deseo intenso lo invadió, pero las palabras no le salían. Marisela notó su incomodidad y, preocupada, le preguntó si quería regresar o descansar, pero él negó con un gesto.
Finalmente, encontró el valor para hablar. Con un tono firme, le dijo: “Marisela, los Reyes te trajeron a mí. Vamos a vivir juntos”. Para su sorpresa, ella aceptó. Ese Día de Reyes, Juan José no solo estrenó ropa nueva, sino que también comenzó una vida al lado de Marisela.
Hoy, tras 42 años y cuatro hijos, Juan José sigue viendo a Marisela como el mejor regalo que los Reyes Magos le han dejado. Su “muñeca de carne y hueso” aún duerme a su lado, recordándole que aquel Día de Reyes fue, sin duda, el inicio de una gran historia de amor.