Google dio a conocer hoy su nuevo logotipo que mantiene los colores rojo, azul, amarillo y verde que distinguen a la empresa tecnológica, pero incluye un nuevo tipo de letra simplificado y redondeado con tipografía Sans Serif.
“Google ha cambiado mucho durante los últimos 17 años (…) y hoy volvemos a cambiar”, anunció la firma tecnológica estadounidense en su blog para dar a conocer el rediseño de su logotipo.
El anuncio incluye un vídeo de YouTube que hace un rápido repaso por la evolución de la empresa, desde sus primeros pasos como motor de búsqueda hasta la creación del gmail, el navegador Chrome o los mapas.
“Esta no es la primera vez que hemos cambiado nuestra imagen y probablemente no será la última, pero creemos que la actualización que hacemos hoy es un buen reflejo de las formas en las que Google trabaja para ti en búsqueda, mapas, gmail, Chrome y muchas otras”, afirmó la empresa en su blog.
“Creemos que hemos tomado lo mejor de Google (simplicidad, colorido, imagen amistosa) y lo hemos rediseñado no solo para el Google actual, sino para el Google del futuro”, añadió.
La revista tecnológica Wired afirmó que el nuevo logotipo, con tipografía Sans Serif, proyecta una imagen “más suave e inofensiva”.
Pese a su meteórico crecimiento, que la ha convertido en un gigante con una facturación anual de más de 60.000 millones de dólares, Google asegura que le queda mucho camino por recorrer y que lo que se ve actualmente es solo “la punta del iceberg”.
El rediseño del logotipo llega tan solo dos semanas después de que la empresa con sede en Mountain View (California) anunciase la creación de un nuevo conglomerado, Alphabet, que incluirá a Google y otras seis empresas.
Entre esas compañías está Calico, dedicada a la investigación sobre la longevidad, así como la firma de dispositivos inteligentes para el hogar Nest y Fiber, la división que busca llevar internet de alta velocidad a distintas partes de Estados Unidos.
El nuevo paraguas corporativo incluye también a Google X, la división de investigación que desarrolla ambiciosos proyectos como el vehículo autodirigido, así como Google Ventures, el brazo de capital de riesgo de Google y Google Capital, una división que invierte en las fases finales de financiación de empresas emergentes (“start-ups”) .