Irapuato, Guanajuato.- “Si tuviera a mi madre, le diría ¡ay madre mía!, me haces mucha falta, te amo, te necesito, te quiero, fuiste la mejor madre, una madre ejemplar, excepcional, gracias madre siempre voy a estar agradecida, y que donde quiera que esté Dios me la bendiga, me la cuide, junto a mi papá que ya están juntos”, son las palabras de María de Lourdes Barajas al pie de la tumba de su mamá, María Mejía de Barajas, en el Panteón Municipal.
A los 14 años de edad María de Lourdes Barajas se quedó huerfana de madre, y aunque han pasado 41 años de desde que falleció, su mamá le ha hecho mucha falta.
La señora María Mejía de Barajas se enfermó de la vejiga y una complicación con la diabetes que padecía la llevó a la muerte a sus 34 años.
María de Lourdes tuvo que hacerse cargo de sus cuatro hermanos menores, la más pequeña de 6 años y aunque tenían a su padre, él iba y regresaba de Estados Unidos.
“Todo yo se lo debo a Dios porque uno estaba más chiquillo, y solamente Dios sabe cómo salimos adelante. Yo decía qué voy a hacer, mi papá en Estados Unidos, yo la mayor y con mis hermanos, Dios me dió la fortaleza”, expresó.
Además de la enfermedad de su mamá, María de Lourdes recordó que su madre fue una persona “excepcional, yo siempre digo mi mamá era una santa”.
Sus visitas a la tumba de su madre son muy frecuentes, donde también reposan los restos de su padre Inocencio Barajas Preciado.
Acompañada de Juana María Medina Barajas, su hija, María de Lourdes llevó flores como muchos días a su madre y a su padre, este 10 de mayo.
Juana María Medina Barajas, es nieta de María Mejía de Barajas y aunque no tuvo la fortuna de conocerla “yo siento que si viviera yo la querría mucho”.
