En la pelea del siglo, Floyd Mayweather Jr., uno de los mejores boxeadores de la historia, noqueó a a Conor McGregor en el décimo round en el cuadrilátero del estadio T-mobile, en Las Vegas, donde unas 20.000 personas vivieron el combate en vivo.
En el primer asalto, el irlandés salió a buscarlo, pero se lo vio desprolijo en su técnica y el estadounidense supo aguantar. El segundo ya fue para Mayweather, quien se sintió más cómodo en el ring y aprovechó las falencias de su rival.
En el tercer round se mantuvo la parcialidad en la pelea. Las advertencias del árbitro sobre McGregor ya son una constante en el combate. En el siguiente, Mayweather se despertó e incomodó a su contrincante en varios ataques.
El quinto round fue para el norteamericano que fue en busca de un nocaut que aún no llegó, pero no parece estar lejos. A McGregor se lo vio agotado e incómodo en la mitad del combate. Mayweather creció en confianza en el sexto y demostró por qué es el mejor boxeador de los últimos 15 años. Con varios ataques, el estadounidense mostró su lado más ofensivo en años.
El séptimo y el octavo fueron un show de Mayweather, que recorrió el cuadrilátero y estuvo cerca de nocaut en varios golpes. “Money” le demostró a McGregor porqué para pelear con él hay que tener, al menos, experiencia en el deporte.
Ya en el noveno se avisó lo que iba suceder en el asalto siguiente. Mayweather entendió que el nocaut estaba servido y lo fue a buscar en el décimo con una serie de golpes que su contrinc
Millones de personas observaron la pelea en la televisión, que fue la más lucrativa de la historia, con un movimiento de unos 600.000.000 dólares.