Monterrey, N.L.
Si fue inédita la final del futbol mexicano, por ser la primera en que dos equipos regiomontanos se enfrentaban, también el festejo.
El domingo, Tigres vino de abajo, empató el marcador y al final superó (3-2 global) a su acérrimo rival, Rayados de Monterrey, para coronarse en casa ajena como el actual campeón del deporte más popular de este país.
La hazaña felina y los cinco campeonatos que ya tenía en su historia —es el equipo más ganador de la ciudad; Monterrey sólo tiene cuatro títulos— fueron la mejor invitación para medio millón de personas que dejó de hacer lo que habitualmente hacía para sumarse a la fiesta que comenzó en el Estadio Universitario y concluyó en la Macroplaza.
De entrada, unos cinco mil seguidores se reunieron en las inmediaciones del Estadio Universitario para vitorear a sus ídolos, quienes partieron en un autobús descubierto a las 11:48 horas rumbo al Centro de Monterrey.