Irapuato, Guanajuato
Cinthya Janira Ibarra Arellano, una joven irapuatense de 31 años, hija ejemplar, enfermera egresada de la Universidad de Guanajuato, con maestría, trabajadora y madre de una niña de 4 años fue presuntamente asesinada en Querétaro el año pasado, sin que hasta hoy haya un presunto responsable de su muerte.
Los padres de Cinthya Ibarra, María Elena Arellano González y Naúm Román Ibarra Pérez exigen justicia para su hija a un año y 10 meses de su presunto asesinato.
Los afectados señalaron que pese a que se abrió la carpeta de investigación 4828/2108 en el estado de Querétaro, ésta no prosperó, pues en diciembre del 2018 le dieron carpetazo, sin haber sido resuelto el caso.
Sin embargo por presión de la propia familia el caso ha sido reabierto, aunque sin estar presente ningún avance.
Sobre la mecánica de los hechos que ocurrieron el 13 de febrero en la ciudad de Querétaro, los padres de la víctima aseguran que su hija fue asfixiada con una corbata según los indicios que se encontraron en la escena del presunto crimen y las nuevas investigaciones.
Cinthya Ibarra residía en la ciudad de Querétaro, en donde se encontraba viviendo en aquél entonces con su pequeña hija de 4 años de edad.
Cinthya vivía modestamente en una habitación de un fraccionamiento, trabajaba y estudiaba, tenía una agenda siempre ocupada con diversas actividades, entre ellas, planes para viajar y eventos.
La enfermera y ex estudiante UG tuvo varias pruebas psicológicas muy completas, una de estas incluso para entrar a trabajar a un hospital, en las cuales se descartaba cualquier indicio de atentar contra su vida, según mencionaba su madre María Elena Arellano.
“Ella visitaba a un psiquiatra y a una psicóloga, pues con su ex pareja sentimental, el papá de su hija, tuvo muchos problemas, de ahí que empezó a visitarlos, ella estaba al término de su terapia y los dos coinciden y extendieron un documento en donde hacen constar que ella no tenía esa tendencia”. Comentó la madre de Cinthya.
Cinthya Ibarra tenía metas y aspiraciones, entre la cuales destacaba el estudiar un Doctorado en Geriatría en el extranjero, en la Universidad de Boston, en la cual ya había sido aceptada.
“Queremos que se haga algo, que no quede impune el crimen de mi hija, esto no fue un suicidio, esto fue un feminicidio, más claro que no puede ser, a mí los abogados que tengo actualmente me dicen que la fiscalía sí siguió un lineamiento que debe de seguir, pero muy superficialmente, nunca lo hicieron bien a fondo como debió de haber sido”. Refirió la madre de Cinthya, María Elena Arellano.
“Perder a un hijo, a una hija, es lo peor que le puede pasar a una familia” manifestó Naúm Ibarra, padre de Cinthya Ibarra, además de que refirió que no hay crimen perfecto, por lo que se concentra en que el caso sea resuelto.
La familia solicita que se hagan tales investigaciones a fondo, que se dé con el culpable y comentaron que en Querétaro, la Fiscalía no les resuelve nada y piden que no se les vuelva a dar carpetazo al caso y que los escuchen, que escuchen a Cinthya.
En redes sociales de Facebook, familiares y amigos de Cinthya Ibarra crearon un grupo para exigir justicia a las autoridades por ese medio.
En dicho medio, tienen planeado juntar firmas el día de mañana jueves iniciando en Guanajuato en las escalinatas de la Universidad de 11 de la mañana a 5 de la tarde para exigir justicia, posteriormente viernes y sábado en Irapuato, en las fuentes danzarinas, mismo horario según lo expresa el grupo.
Contexto
Tras el feminicidio de Ana Daniela Vega alumna también de la Universidad de Guanajuato, registrado hace unos días en la capital del estado, los padres de Cinthya Ibarra exigen justicia también para su hija.
El asesino sigue suelto. Todos los que conocemos a Cinthya sabemos que ella no se suicidó.
Tarde o temprano su asesino va a caer.