“Estaba el reten de los soldados, si ven que uno va para el otro lado, por que es bien conocido que van con su mochilita le bajan a uno como 100 pesos por persona”, dijo Antonio Morales de la colonia Los Arroyitos en Cuerámaro y añadió “cuando ya va uno con el coyote tiene que cooperar con los narcos con 500 pesos o no pasas”. La historia de este migrante se repite a diario en los límites entre México y los Estados Unidos como parte de los riesgos que tienen al tratar de entrar de ilegales a otro país.
El cueramarense de 57 años, apuntó que tan sólo en este año intento pasar en dos ocasiones a los Estados Unidos y en su recorrido por la frontera fue “extorsionado” en cuatro ocasiones ya sea por autoridades mexicanas o por la delincuencia organizada
Dos semanas antes de la “Semana Mayor o Santa”, Antonio partió con otros 16 hombres de Cuerámaro en camión con dirección Sonorita, uno de los puntos por lo que acostumbran pasar ya sea por la línea fronteriza o por el desierto
El hombre propietario de una tienda de abarrote, dijo que en los 17 años que tenía yendo hacía California como ilegal, era la primera ocasión que un grupo de supuestos narcos le pedían dinero y que estaban coludidos con los “coyotes.
En su estancia en este municipio, relató que una patrulla de la policía municipal, los detuvo y les dijo que tenían que entregarles 300 pesos o de lo contrario los iban a amarrar, golpear y “hacer que desapareciéramos”
“Llegue como a las 11 a la central, ahí había un reten de la policía de Nogales, le bajan a uno 300 por persona, si no les das el dinero te van a llevar amarrado por Laredo cobran 200 dólares los narcos”, dijo el hombre.
Antonio dijo que en territorio mexicano la situación se ha ido complicando al grado de que tan sólo en una de las dos ocasiones que intento pasar, desembolso 3 mil 500 pesos para pagar presuntamente a la policía, al Ejército y a la delincuencia organizada.
Posterior a estos hechos, no ingreso al país del “sueño americano” como lo había hecho anteriormente, regresando a su lugar de origen junto con algunos de sus compañeros, por que la mayoría aún y cuando pagaron dichas “contribuciones” continuaron su camino.
De esta forma el paso hacía los Estados Unidos de forma ilegal además ser riesgoso al permanecer en un sitio sin documentación legal, aparentemente resulta más peligroso en México que del otro lado.
“Íbamos como unos 17 de Cuerámaro unos de La Cañada, de El Naranjito, fue antes de Semana Santa como unas dos semana antes solo les bajan a los que tantean que van para el ‘otro lado’ a los que van a Tijuana no” añadió Antonio Morales de 57 años, originario de la colonia Los Arroyitos en Cuerámaro.