Irapuato, Guanajuato. – Emmanuel Hernández, un joven vendedor de frutas en el Centro Histórico de la ciudad, combina su labor diaria con sus estudios universitarios en ingeniería en logística. El negocio de la venta de frutas es una tradición familiar que ha pasado de generación en generación, con precios que oscilan entre 25 y 40 pesos.
El horario laboral del negocio es de las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, ubicando su puesto frente a Sears, donde ha logrado posicionarse como una opción para los consumidores de las frutas frescas.
Al preguntarle qué hace con el dinero que gana “Emmanuel” contestó que su enfoque es “reinvertir los ingresos del negocio”, utilizando parte de los beneficios para adquirir la materia prima necesaria, como frutas, vasos, tenedores, servilletas y otros suministros esenciales.
Además, destina parte de sus ganancias para costear sus estudios y comprar ropa, “demostrando” un equilibrio entre el trabajo y la educación.
Actualmente, Emmanuel cursa el séptimo semestre de su carrera en ingeniería en logística, mostrando interés en mejorar el negocio familiar; finalmente mencionó que su tío, fue quien inició este negocio, encontrando una gran oportunidad en la venta de frutas.