Abasolo, Guanajuato.- Salvador González García, originario de Abasolo, tiene más de 38 años trabajando en el negocio que un día su padre y su tío iniciaron con esfuerzo y sacrificio denominado el “Granero del Sur”.
“En la década de los 30s cuando el pueblo comenzó a establecer el cinturón central, con las primeras cuadras, mi tío Cruz González tuvo el apoyo de mi padre Daniel González quien desde chico lo acogió, salían a recolectar el huevo a las comunidades y sembraban garbanza, trigo, maíz y semillas nativas de la región hasta que empezaron a comercializarlo”, relató.
Posteriormente el señor Cruz falleció y el negocio lo manejaron los padres de Salvador quienes con el mayor esfuerzo lo sacaron adelante.
“Todos mis hermanos pasamos por aquí, yo soy el menor de todos, yo no estudie, desde que cumplí los 17 años comencé a trabajar con mis papás y me gustó sabía que el comercio era lo que yo quería”, explicó.
Salvador posteriormente se casó y tuvo 4 hijos quienes son los que hoy en día lo apoyan en el negocio, siendo la cuarta generación de comerciantes.
Chava como muchos lo conocen, señaló que aún llegan muchos clientes de aproximadamente 90 años y aún le platican de su padre, le hablan del gran hombre que era siendo para él un gran orgullo.
“Abasolo me enseño que es un pueblo de gente trabajadora”, Salvador relató que en las décadas que surtió en las comunidades se dio cuenta de la calidad de personas que existen en la ciudad, las cuales son 100% trabajadoras y honorables.
Dentro de todo lo bueno, Chava también ha sufrido algunos altibajos, que lo han desbalanceado, pero jamás han sido punto de quiebre.
El comerciante finalizó agradeciendo a todos los que han hecho posible que el negocio siga de pie, “la palabra más sencilla es la más grande, gracias a todos, porque gracias a ellos seguimos aquí, gracias a ellos nos mantenemos con la esperanza de continuar, son todos nuestros clientes los que nos mantienen con vida”, concluyó.