Columnas

El día que conocí a Scott, el Youtuber altruista de Guanajuato

De hecho todos eran unos personajazos. Pero había uno que no tocaba ningún instrumento, y más bien cantaba con mucho sentimiento

 

Guanajuato, Guanajuato

Cierto día, hace ya muchos años, un vecino que es mi amigo me invitó a una “bohemia”. Sabía que coordinaba la estudiantina de mayor prestigio en Guanajuato, incluso los había acompañado en varias “callejoneadas” pero nunca en un “after” en su casa.

Platicaba con mi amigo mientras poníamos la carne en el asador. Las cervezas estaban muertas y en grupitos fueron llegando los integrantes de la estudiantina, no andaban de civil, sino que portaban con orgullo su vestuario de tunos.

Era como una “callejoneada privada” entre todos sus integrantes y un colado. El colado obviamente era yo. Entre improvisaciones, rimas, versos, risas, canciones, solos, coros… otro nivel. Era como una serenata a la vida, donde el pandero daba la pauta para iniciar cada canción. Y si creen que eran puras clásicas de una estudiantina, se equivocan, pues el amor y el desamor de distintos cantantes salieron de aquellas voces que estremecían la piel.

En una de esas pausas, y en un enésimo brindis, había alguien muy característico. De hecho todos eran unos personajazos. Pero había uno que no tocaba ningún instrumento, y más bien cantaba con mucho sentimiento. No lo ubicaba, conocía de vista a la mayoría y me llamaba la atención por sus pelos de punta.

-¿Y tu cuál tocas?, le pregunté.

-“Yo vendo”, me dijo riendo.

Scott. Me llamo Scott.

En esa platica conocí la importancia de los vendedores de boletos al turista. Creo que es igual de esencial que quien lleva el ritmo del pandero. Ahí esta la gente, el turismo, el negocio. Ahí estaba Scott. Él era el punto de venta, el contacto directo con el turista. El primer contacto.

Tiempo después, supe que Scott ya no seguía en la Real Santa Fe de Guanajuato. Que había tomado otros rumbos y simplemente le perdí la pista.

Luego de varios meses me topé en internet con aquel famoso video de “la paloma” -primera parte- y cuando revisé sus “vistas”, sus seguidores y todo lo que estaba haciendo, realmente quede sorprendido.

Le preguntaba a mi amigo acerca de Scott, incluso llegué a dudar un poco, aunque la neta es complicado dos carajos que se llamen “Scott” y que tengan los pelos de punta.  Le pregunté acerca su vida, de porque ya no seguía. Aunque no supe detalles -y tampoco me los dio-, les puedo asegurar que todo está en el “chip”. Scott trae otro chip.

Y eso lo fui entendiendo en sus múltiples viajes que publicaba en su canal, de cómo fue convirtiéndose en “influencer” y su pasión por Tokio. Entendía muchas cosas, y honestamente, siempre me fue sorprendiendo. Algunas de sus entrevistas con ciertos personajes se me hacían un poco “irreverentes”,  sin claudicar a la esencia de su persona. Así es. Realmente no es que haya creado un personaje, lo que ven en sus videos es Scott. Sin máscaras, sin mentiras.

Durante esta semana Scott fue nota internacional. ¡Y cómo no iba a serlo!, mira que desprenderse de sus vehículos para tan loable labor. El mensaje que da en sus videos es neta. Sé que es neta. Lo hace con el corazón. Lo hace porque le nace. Lo hace porque sabe que puede ayudar… también sabe que hay personas que pueden hacerlo, pero desafortunadamente no quieren hacerlo.

Y los que no ubican la nota, les comento que ha rifado sus vehículos para conseguir tanques de oxígeno para ayudar a quien más lo necesiten. Una cosa son los buenos deseos y otra muy diferente es la acción.

Siento mucho orgullo que alguien tan reconocido en las redes sociales, haga este tipo de labores, pero más que nada, por ser de Guanajuato. Porque influencers hay muchos… muchos. Pero hacerlo de una forma desinteresada, sabiendo que puede apoyar a pesar de las críticas como bien lo ha dicho en sus múltiples videos, vale el doble.

“Que si lo hace por likes”, “que si lo hace por lana”, “que si lo hace por fama”. No es asunto fácil. Scott sabe que la situación actual esta por demás cabrona. Es más, las estudiantinas en Guanajuato -en general- (no sólo a la que perteneció) están pasando por un muy mal momento por el nulo turismo, de una ciudad que vive precisamente del turismo. Sabe que la gente se está muriendo por falta de un chingado tanque de oxígeno. Scott sabe… que puede hacerlo, que le nace hacerlo y que lo va a seguir haciendo a pesar de la lluvia de críticas que seguramente recibe día con día.

Mi estimado Scott, sigue siempre igual. Que tu vida la dirijas hacia donde tu corazón de lo mande. Mi estimado Scott, eres orgullosamente hecho en el estado de Guanajuato. Un placer haber brindado en aquella bohemia, en donde se respiraba el arte y el negocio con un buen grupo de amigos. ¡Salud!.. mucha salud.

 

Caja de Comentarios de Facebook

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verifique también
Close
Back to top button