Por David Saucedo.- Existen interrogantes, que aún siguen sin ser descifradas o bien respondidas, luego de que Ángel Yael estudiante de la Universidad de Guanajuato, fue asesinado de un balazo, por elementos de la Guardia Nacional, en Irapuato.
- ¿La ejecución de Ángel Yael la cometió un solo “asesino solitario”? El comunicado que emitió la Guardia Nacional(GN) señala que un elemento de dicha corporación accionó su arma de cargo de manera “unilateral” en contra del estudiante de la Universidad de Guanajuato. Sin embargo, los efectivos de la GN tienen un origen y formación castrenses. Están entrenados para abrir fuego bajo órdenes específicas y directas de sus superiores.
- ¿Quién era el oficial superior de la GN que dirigía el operativo y a cuyas órdenes directas respondían los elementos de la patrulla que disparó en contra de los estudiantes? En otros casos análogos se ha documentado como el Ejército y la Marina, cuando cometen ejecuciones extrajudiciales, sacrifican a los elementos de tropa, para dejar libre de toda culpa a su cuerpo de oficiales, que son quienes suelen dar la instrucción para usar fuerza letal.
- ¿Cómo supo la GN que un solo elemento disparó en contra de Ángel Yael, si al momento de emitir el comunicado, en la que llegó de manera categórica a esta conclusión, no estaban disponibles (aún no lo están) los dictámenes de balística ni las pruebas de radizonato de sodio que permitirían saber cuántos elementos dispararon un arma ese día?
- ¿La Guardia Nacional estará dispuesta a entregar y hacer públicas las grabaciones de las comunicaciones por radio que los elementos apostados en la zona realizaron antes, durante y después del ataque a los estudiantes? Solo de ese modo se podría descartar que haya mandos superiores involucrados en el asesinato de Ángel Yael y que la orden de abrir fuego haya sido una instrucción superior.
- ¿Por qué el General Óscar Reyes Ávila, Comisionado de la Guardia Nacional en el Estado de Guanajuato, no da la cara? Sus elementos se vieron involucrados en un hecho de alto impacto que conmocionó a la opinión pública de la entidad. Se limitó a emitir un escueto comunicado en donde ni siquiera ofrece una disculpa pública a los familiares del estudiante asesinado ¿Esas serán las directrices con las que se conducirá durante su paso por Guanajuato?
- Es claro que la estrategia de comunicación desplegada por la Guardia Nacional tiene como objetivos contener a la opinión pública y reducir el desgaste en medios de comunicación. Están instrumentando un esquema para el manejo de crisis, que nada tiene que ver con impartición real de justicia. Superficialmente aceptan su responsabilidad en estos hechos, pero de ese modo evitan una investigación de mayor envergadura. Ponen a un elemento a disposición de las autoridades, pero con ello liberan de toda responsabilidad a mandos medios y superiores ¿No sería mejor suspender y someter a investigación a los comandantes que estaban a cargo del operativo en el que supuestamente habrían confundido a los estudiantes con una célula de un grupo criminal dedicada al huachicoleo? ¿De verdad se van a morir en la raya para sostener su tesis del asesino solitario? En el último año la Guardia Nacional se ha visto envuelta en episodios similares, que están minando su credibilidad. Hechos similares ocurrieron en Michoacán (abrieron fuego contra una familia matando a 3 de sus integrantes), en Chiapas (mataron por “error” a dos migrantes cubanos), Ciudad Juárez (asesinaron a un migrante mexicano), Sonora (dispararon por “error” en contra de dos funcionarios de la Fiscalía estatal), etc.
- Desde su arribo al estado de Guanajuato las fuerzas federales (GN, Ejército y Marina) han reportado múltiples “emboscadas” en su contra. En varios comunicados, prácticamente idénticos, señalan que las fuerzas federales se encontraban tranquilamente haciendo un recorrido de rutina en algún municipio del estado, cuando súbitamente y a traición fueron atacados por grupos de sicarios. Para salvar sus vidas, los elementos de las fuerzas federales se vieron en la necesidad de repeler la agresión generando numerosas bajas entre los atacantes. A la luz de estos hechos ¿Son creíbles las emboscadas de cárteles de la droga hacia fuerzas federales, en donde mueren todos los atacantes y los soldados, marinos e integrantes de la GN solo tienen algunos cuántos heridos entre sus filas? ¿Las células de sicarios son tan inexpertas como para atacar convoyes artillados de fuerzas federales, estando ellos en inferioridad numérica? ¿No será que son las fuerzas federales las que emboscan y aniquilan de manera extrajudicial a células de sicarios de los cárteles?
Parece evidente que la Guardia Nacional está aplicando una estrategia de “matar y después averiguar”. Solo que en esta ocasión su táctica de “matar en caliente” a los delincuentes que asolan al estado de Guanajuato privó de la vida a un estudiante, y dejó con heridas graves a otro más. Una prueba más de que la estrategia federal de transformar sicarios en becarios, definitivamente, no está funcionando pues produce el efecto contrario. Transforma a los elementos de fuerzas federales en sicarios y a los potenciales becarios en víctimas.