Irapuato, Guanajuato.- Pablo Torres López de 79 años de edad es el afamado y querido comerciante de las guacamayas y chicharrones en la Plaza Juan Álvarez de Irapuato.
El irapuatense señaló que tiene más de 50 años siendo comerciante, “Yo inicie en el mundo del comercio porque antes trabaje en el Estadio Irapuato cuando se empezó a edificar yo cargaba los camiones de piedra, grava y arena, después que se acabó la obra del estadio me quede sin trabajo y decidí poner mi negocio de guacamayas y chicharrones y desde ahí no he parado”, explicó.
Para Pablo es una grata experiencia el compartir con los irapuatenses historias y momentos, pues ha generado muchas amistades al paso de los años.
“La mayor satisfacción que me ha dejado mi negocio es poderme mantener, porque desde hace 15 años se murió mi esposa, Delia, dejándome viudo y sin hijos y siempre he tenido que ver por mí”, mencionó.
Lamentablemente a don Pablo lo han asaltado en un par de ocasiones dejándolo sin un peso de lo ganado en el día.
A sus casi 80 años y con el padecimiento de la Diabetes, don Pablo es un comerciante que todas las noches sale a vender sus guacamayas y chicharrones con salsa para sus clientes.
“Yo quiero agradecer a toda la gente que me ha apoyado, que vienen a comprarme a dejarme dinerito o a brindarme una despensa, me hacen sentir muy especial, aquí los esperare hasta que Dios me preste vida”, finalizó.