Abasolo, Guanajuato.- A sus 65 años de edad, Arturo Hernández sale por las calles del municipio de Abasolo a ofrecer su pan artesanal, específicamente el de trigo, pues el pan dulce y el bolillo pueden ser encontrados en la panadería que fundó su papá, Salvador Hernández, quien era conocido como “La Araña”.
“Mi papá era panadero, se llamaba Salvador Hernández, le decían la araña y yo seguí con la panadería junto a 3 de mis hermanos, porque otro se fue al norte”, dijo don Arturo.
Desde niño, la panadería era algo que le gustaba al abasolense, por lo que decidió dejar la primaria para dedicarse al negocio familiar.
“Yo me salí de estudiar cuando iba en 5° de primaria y desde entonces estuve en la panadería, desde chiquillo se metió uno eso y me gustaba”, comentó el panadero.
Desde las 2 de la mañana, don Arturo y sus hermanos comienzan con la elaboración de los primeros 100 panes del día, para que alrededor de las 11 de la mañana pueda salir a vender su pan integral.
“Me levanto a hacer el pan a las 2 de la mañana, y salgo a vender como a las 11, cuando salgo traigo vendiendo puros de trigo, pero el otro pan dulce y los bolillos se venden en la panadería”, expresó Arturo.
De lo más difícil que el panadero tiene que enfrentar es el no poder vender su producto, específicamente durante la temporada de calor, pues es cuando las ventas bajan.
“Lo más difícil, pues es cuando no se venden, como ahorita en tiempos de calor se queda mucho pan, pero en tiempo de frío vuelan”, externó.
El elaborar el pan de forma tradicional y casera, es lo que hace el pan de “la araña” sea muy diferente a los demás.
“Las campechana son las más buenas, y lo que toda la gente me dice es que tenga cuidado, porque todavía nosotros usamos horno de ladrillo y leña, todo es artesanal a comparación de los que usan maquinaria y el gas que le quita el sabor, entonces pues el sabor le gusta más a la gente”, argumentó Arturo.
Finalmente, Arturo mandó un mensaje a los abasolenses.
“Simplemente que estoy muy contento y agradecido por todo y sobre todo que saben reconocer lo bueno”, finalizó Arturo Hernández.