Irapuato, Guanajuato.- La modernidad en espacios de entretenimiento, inició en la ciudad, con la llegada en 1912 del Cine Club, la primera gran sala de proyección de películas, que se ubicó en la calle Guerrero, de la zona centro.
De acuerdo a datos del Archivo Histórico Municipal, el impulsor fue Francisco Agustín Gutiérrez en los años 30´s; posteriormente el inmueble fue vendido por 17 mil pesos en 1947 a don Miguel Zamora Beltrán.
Dulce Vázquez Mendiola, titular de la dependencia, informó que este recinto funcionó como un centro de distracción al que acudían personas de todas las clases sociales de la época. Los costos en el año de 1948 oscilaban entre los 60 centavos y dos pesos.
“Podemos considerarlo como un cinema emblemático ya que las personas que pudieron asistir a este lugar pudieron participar de risas, llanto, maravillarse por las películas que les proyectaban, que en un inicio era sin sonoridad”, comentó.
Este concurrido recinto fue sede de proyecciones de películas nacionales y extranjeras. En 1921 se proyectó una película francesa llamada “Los Dos Crucifijos”, además de “La Serpiente”, “Amanecer”, entre otras cintas.
En 1927, se proyectó la película “Ben-Hur”, que contó entre su reparto con Ramón Novarro, actor mexicano que interpretó el papel de Judah, siendo una de las proyecciones más costosas de la época.
Para 1940, comenzó la proyección de películas con sonido como ‘Yo soy la ley’, ‘Los Juguetes del Desierto’ y ‘Gilda’, cinta polémica que fue retirada por la escena en la que la protagonista se despoja de un guante, acto, que fue considerado inmoral e irrespetuosa para la sociedad de la época.
El Cine Club fungió como teatro para presentación de artistas locales y nacionales, como la Agrupación Filarmónica Irapuatense. Cerró sus puertas al filo del año 1969, por la falta de público con la llegada de nuevas salas de cine a la ciudad. Hoy, el edificio se convirtió en la sede despacho y establecimientos comerciales.
