Guanajuato, Gto. – Fernando se acabó el humo de su pipa y quería más. Sólo tenía una desvencijada pistola de plástico. Juntó las piezas con cinta de aislar, se hizo acompañar de un “compa” y se fueron por el mundo a “pedir” a caminantes para comprar más “de la verdecita”.
Anduvieron por el rumbo de El Carrizo, arribita de la exestación y cerquita del museo de Las Momias para hacer su “jale” alejados del bullicio y de la falsa sociedad.
Le dieron baje a transeúntes y repartidores de diversos productos en la carretera Panorámica. Al patrullar cerca del Carrizo, los tripulantes de una de las patrullas del municipio vieron que ambos hacían de las suyas y agredían al proveedor de una empresa repartidora de leche.
Cuando vieron a la Señora Justicia, ambos intentaron huir, pero sólo uno de ellos lo logró. El largo brazo de la ley (que aquí se quedó corto), alcanzó al que, por estar más aturdido debido a la pachequez, corrió menos. A sus apenas tiernos 19 años de edad, el chavo fue revisado.
Al detener a Fernando, le realizaron una inspección preventiva y le hallaron entre sus prendas un arma de juguete y una pipa con residuos de hierba verde y seca con las características propias de la marihuana. Una vez asegurado, el detenido fue trasladado a los separos de la Comisaría Municipal.
Según el comunicado oficial, “la detención fue resultado de los operativos de prevención y vigilancia que se implementan en la ciudad de manera constante como parte de la estrategia de seguridad para inhibir la comisión de faltas administrativas y delitos”.
