Manuel Doblado, Guanajuato. – La destrucción completa de cerros, que incluyen árboles, flores, plantas endémicas y animales es tal que, pese a que es muy visible, al parecer no es del interés ni de ambientalistas, vecinos y mucho menos autoridades.
En la carretera federal Cuerámaro-Manuel Doblado existen varios letreros que dicen “Área Natural Protegida” o algunos tienen el dibujo de los venados que atraviesan de un lugar a otro, pero sólo se trata de un engaño, porque la devastación del habitad es tal que prácticamente han quedado borradas hectáreas completas y la maquinaria no cesa de trabajar.
El agave llegó a los municipios con denominación de origen, aunque con ello estén terminando con espacios completos, más grandes a los que se usaban especialmente para granos y es que se ocupan áreas grandes que dejen crecer este tipo de plantaciones.
Aunque José Gerardo Morales Moncada, titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) supuestamente investiga la tala en varias Áreas Naturales Protegidas de Guanajuato, mientras eso ocurre, la devastación avanza.
Tan sólo hay que recordar un fenómeno similar que había ocurrido hace 10 años en la misma Sierra de Pénjamo, pero por la Garita en Cuerámaro, donde inclusive hubo personas detenidas, pero el resarcimiento del daño, jamás ocurrió.
Ahora podría decirse que es peor, porque pareciera que existe una comparsa entre agaveros y autoridades, porque ya no sólo se trata de sembrar agave en tierras que anteriormente tenían otros cultivos, sino que ahora también van desapareciendo esas tierras que se supone forman parte del Área Natural Protegida.
Contexto:
31 de marzo de este año 2023, fue evidenciado que:
A la fecha al parecer la destrucción va a continuar.