
Pénjamo, Guanajuato.- Las travesuras y anécdotas son parte fundamental de los recuerdos que fortalecen la unión familiar, aseguró María Luisa Espinoza al recordar uno de los episodios más memorables de su vida junto a sus hijos.
María Luisa Avilés, la menor de la familia, relató que, aunque la diferencia de edad con sus hermanos le impidió participar en muchas de sus aventuras, siempre estuvo al tanto de sus diabluras. Entre ellas, destaca la hazaña protagonizada por su hermana mayor, María de Jesús, y su hermano, quienes lograron lo impensable: derribar un cuarto entero mientras jugaban.
“Mis papás estaban construyendo un cuarto más en la casa, pero cuando los albañiles se fueron, comenzamos a brincar por el hueco de la ventana. Como la construcción aún estaba fresca, el cuarto colapsó y se vino abajo todo el trabajo que habían hecho los albañiles”, recordó entre risas María de Jesús.
En su momento, la señora María Luisa no dudó en regañar a los responsables del desastre. Sin embargo, con el paso de los años, este incidente se ha convertido en un motivo de risas y bromas dentro de la familia, consolidándose como una anécdota que los ha mantenido más unidos que nunca.
